El Museo de Bellas Artes Gravina ha recibido el cuadro de Emilio Varela, Retrato de Fina Millet, donado por la familia de esta maestra alicantina que formó parte del círculo más cercano del artista. La obra se expuso por primera vez en 1935 y ahora se puede admirar en la planta baja del MUBAG, reabierta después de tres años.
La vicepresidenta y diputada de Cultura, Julia Parra, ha recibido en el museo, junto al director del centro Jorge Soler, a cinco de los siete hijos de la familia Pastor Millet –Javier, María, Agustín, Josefa y Águeda-, quienes han hecho entrega de la pieza al MUBAG. La diputada ha agradecido “este generoso gesto” de los hermanos Pastor Millet. “Esta bellísima pintura de Varela es sin duda una importante contribución para la colección de la Diputación de Alicante y para el Mubag, donde el cuadro podrá ser visitado a partir de hoy en su nueva ubicación en la planta baja, un lugar con gran protagonismo y visibilidad, muy cerca del acceso principal”, ha detallado Parra.
También Jorge Soler se ha sumado a las muestras de agradecimiento, y ha destacado “la importancia de incrementar la presencia del pintor Varela en el Museo de Bellas Artes”. Actualmente en la colección de la Diputación de Alicante se encuentran más de ochenta obras de Varela, pero solo cuatro de ellas son retratos, por lo que esta donación ha supuesto un incremento cualitativo en los fondos en cuanto a su faceta como retratista, menos desarrollada y conocida.
En 1935, Varela inauguró una exposición en el Ateneo de Alicante que incluía una serie de retratos entre los que inmortalizó a su círculo más cercano. Sus amigas Fina Millet, Lolita Marí, Ignacia Pastor y Carmen Raggio posaron para el artista y el resultado fueron cuatro maravillosos y originales cuadros que se presentaron juntos en dicha muestra.
Fina Millet Vázquez era entonces una joven maestra, inquieta y entusiasta, que compartía el amor por la naturaleza y la montaña alicantina con el grupo de amigos del artista, al que acompañó en sus excursiones campestres por la provincia. Varela la pintó a los 24 años de edad y en el lienzo los cipreses que enmarcan la escena, las simbólicas y pequeñas figuras que asoman a los lados y el sencillo paisaje de fondo quedan en un segundo plano al dotar a la imagen central de gran fuerza y elegancia.
De entre los muchos autores que conforman el paso del arte académico a la representación de la modernidad en la provincia, destaca Emilio Varela Isabel (1887-1951), activamente vinculado a su época, a la cultura, a la vida social y a las costumbres de Alicante.
Artísticamente, Varela, destaca por una particular visión y creación pictórica propia, conformando lo que hoy podemos denominar universo pictórico vareliano. Fue un entusiasta y enamorado de los rincones de su provincia, los que inmortalizó en sus lienzos en multitud de ocasiones, componiendo todo un catálogo de vistas de calles, huertas, campos, sierras, valles, montes o árboles.