Cuando pensamos en la encuadernación tradicional, casi siempre, se nos viene a la cabeza esa imagen del encuadernador sentado ante un telar de madera, cosiendo unos cuadernillos. Pero, para que las tapas de un libro cualquiera se conviertan en una obra de arte, o en una modesta encuadernación, hacen falta una gran cantidad de maquinaria, herramientas y materiales.
Un libro comienza con el cosido de los cuadernillos y el método más resistente para hacerlo es con el telar de madera, un simple tablero en cuyos extremos se encuentran unos husillos con sus respectivas tuercas. Con aguja, hilo, cinta o cordel, ya se puede empezar a trabajar.
La prensa es otra de las máquinas más utilizadas. Está fabricada en hierro y consta de dos planos, uno superior y otro inferior, que al juntarse ejercen presión sobre los libros que se colocan entre ellos. El ingenio es otro tipo de prensa que se utiliza para hacer los cortes del libro, una tarea muy laboriosa, pero con un resultado espectacular. La prensa de dos usillos o mordaza, presiona el libro durante el trabajo de enlomado.
Para poder cortar no hay mejor máquina que la cizalla manual, sobre todo si es de hierro y pesa varios cientos de kilos. Con ella se puede cortar el papel, la piel, el cartón y lo que sea necesario. Quedan muy pocas en la actualidad, ya que se han ido sustituyendo por las eléctricas. Otra herramienta de corte es la guillotina, tanto manual como eléctrica y las hay de diferentes tamaños.
La encuadernación es un oficio muy especializado. En estos 2.000 años de profesión se han ideado herramientas específicas para resolver los retos que han ido apareciendo conforme se perfeccionaba el arte de vestir libros. Algunas herramientas son de uso común: tijeras, cúter, bisturí, regla, pinzas metálicas, lijas, sierra o martillo.
Existen otras herramientas menos comunes que intervienen en las diferentes partes del proceso de encuadernación. Las plegaderas sirven para doblar y marcar. Pueden ser de madera, hueso, bronce, plástico o teflón. Las escofinas pulen los laterales de los cartones. La chifla es de acero, con una cuchilla ancha y casi rectangular en su parte final. Se usa para rebajar pieles. Se suele chiflar sobre una piedra de litografía, porque este material no daña el filo de la herramienta.
Para cortar los hilos al desmontar un libro se emplea una tira metálica con punta afilada llamada rejón. Las chillas son dos piezas de madera en forma de cuña que sirven para presionar el libro cuando está en la prensa y se quiere, por ejemplo, tintar los cortes del libro. El compás de dos puntas ayuda a transportar medidas. Para realizar hendidos está la hendidora. Para risclar los cordones se utiliza el punzón.
La lista de máquinas y herramientas es tan fascinante y extensa como el resultado final de una bella encuadernación. Algunos utensilios y materiales son los mismos que se han utilizado durante los últimos siglos. Otros son más recientes. Pero siempre puede surgir algo nuevo que nos sorprenda.