Jesús Núñez

El conflicto que enfrenta desde hace décadas a israelíes y palestinos sufrió un duro revés el pasado 7 de octubre con los ataques de Hamás, que ocasionaron la muerte de alrededor de 1.200 personas, y la consiguiente respuesta militar del Gobierno de Benjamin Netanyahu en la Franja de Gaza. Hasta la fecha, la ofensiva se ha saldado con 25.000 víctimas mortales, decenas de miles de heridos y un nuevo éxodo entre la población civil palestina. La guerra, basada en una dinámica de acción-reacción, dibuja un complejo escenario internacional en el que intervienen diversos actores regionales que amenazan con una extensión del conflicto.

El economista Jesús A. Núñez Villaverde, codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH), analizará las claves del enfrentamiento en Casa Mediterráneo el próximo viernes 9 de febrero a las 19 horas en el curso de la conferencia titulada “Visión panorámica de la situación de inseguridad en Oriente Próximo”. Jesús Núñez ofrecerá un diagnóstico de las razones que subyacen a la guerra, el papel de los actores implicados y el futuro que le depara a la población gazatí. 

El actual conflicto en la franja de Gaza no es nuevo. “Antes del día 7 de octubre conviene recordar que no había nada parecido a la paz y al bienestar en la franja de Gaza, sino que, por el contrario, se estaban batiendo récords de muertes y de operaciones militares por parte de Israel, también en Cisjordania. Por lo tanto, se acumulaba el malestar del conjunto de la población con la potencia ocupante, también con la Autoridad Palestina y con Hamás”, señala Jesús Núñez.

La creación de dos Estados, Israel y Palestina, para acabar con la guerra cuenta con la oposición del primer ministro israelí, pese a las presiones de Estados Unidos y la UE en ese sentido, lo que dificulta enormemente una salida satisfactoria para las partes implicadas. “Desgraciadamente, no hay una solución a la vuelta de la esquina, ni con Netanyahu, ni sin él, ahora mismo”, sostiene el investigador. “La fórmula de dos Estados está absolutamente agotada, no sólo porque Netanyahu la rechaza completamente, sino porque la situación real sobre el terreno determina que, como resultado de la estrategia de hechos consumados que ha desarrollado Israel a lo largo de décadas, ya es inviable”. 

En estas circunstancias, el primer ministro israelí se encuentra en una situación que Núñez califica de “desesperada”. “Por un lado, porque ha quedado identificado ante su propia opinión pública como el único responsable del fallo de seguridad que supuso el 7 de octubre. Y, por otro lado, está intentando restablecer su imagen de garante de la seguridad de Israel, con lo cual está sobreactuando en la operación de castigo. Además, y eso para mí resulta fundamental, es el más interesado en prolongar la guerra porque es la única manera que tiene de evitar su caída del cargo de primer ministro, contando con que, para él, la alternativa es, muy probablemente, la cárcel por las tres causas judiciales que tiene pendientes”, afirma.

La intención de Israel con su ofensiva militar es desmilitarizar Gaza, desradicalizar a los palestinos y eliminar a Hamás, política y militarmente, pero el problema es que éste “no es sólo un grupo armado, sino también un actor político que ganó las últimas elecciones de 2006, y un actor social, que lleva a cabo una labor de ayuda a los más desfavorecidos en Gaza, fundamentalmente. Hamás es una idea y eso es imposible eliminarlo por las armas”, explica.

Respecto al objetivo de desradicalizar a los palestinos, con las matanzas de los últimos meses puede que se consiga justo todo lo contrario. “Habrá muchos de los que sobrevivan a esta masacre que acabarán convencidos de que la violencia es el único instrumento que tienen en sus manos para seguir adelante. Y, por lo tanto, lo que cabe preguntarse es si Israel está eliminando o creando nuevos combatientes de Hamás”.

Como consecuencia de los ataques, la población palestina está asistiendo a su aniquilación y a una dramática situación de falta de comida, medicamentos y refugio. Y en este contexto, algunos países han interrumpido su ayuda a la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) a raíz de las denuncias sobre una posible implicación de algunos de sus miembros en los atentados de Hamás de octubre. Para Jesús Núñez, detrás de esta decisión hay dos razones. Por un lado, “el objetivo estratégico de Israel es el dominio territorial de todo lo que hay entre el río Jordán y el mar Mediterráneo, toda la Palestina histórica. Y, por lo tanto, trata de hacer insoportable la vida a los palestinos”.

Por otro lado, “la UNRWA es una agencia de Naciones Unidas con un mandato explícito de asistencia y protección a los refugiados palestinos, en torno a seis millones, y lo que está haciendo Israel es intentar que se redefina el concepto de refugiado para que solamente sirva para los que quedan vivos de la primera oleada de 1948 -apenas 400.000- y poner todos los obstáculos posibles a la actividad de la agencia. Y ahí encaja la suspensión de fondos que ha conseguido Israel presionando a gobiernos occidentales, con Estados Unidos a la cabeza, que, por lo tanto, se convierten en cómplices en esa masacre, porque la agencia visibiliza la existencia de algo que Israel quiere eliminar, que es la existencia de los refugiados”. 

En cuanto a la dimensión regional que está tomando el conflicto, Núñez señala que “la larga mano de Irán está movilizando a peones regionales como Hezbolá en la frontera con Líbano, las milicias proiraníes que tiene en Siria y en Irak, los hutíes en Yemen…, pero hay una situación un tanto chocante. Y es que ninguno tiene interés en una escalada regional, pero están alimentando un fuego que se puede descontrolar en cualquier momento y llevarlos a una situación indeseable”.

En cuanto al futuro que le depara a los gazatíes, Núñez no oculta su pesimismo. “Es imposible introducir una mínima gota de optimismo en una situación tan negativa. Lo que queda claro es que Israel tiene un margen de maniobra que no se le concede a ningún otro país del planeta. Hasta que Israel no decida parar, seguiremos asistiendo a esa vergüenza generalizada en la que quedan de manifiesto las dobles varas de medida cuando se trata, por ejemplo, de criticar a Rusia en el caso de Ucrania y lo que hace Israel en el caso de Gaza”.

La entrada al evento en Casa Mediterráneo es libre hasta completar aforo y podrá seguirse de forma telemática en el canal de YouTube de la institución: youtube.com/watch?v=F3z909POMzo 

Artículo anteriorEl Teatre Arniches acoge la comedia ‘Perquè t’estime, que si no…’
Artículo siguientePrograma OLA para la inserción laboral: Aguas de Alicante presenta resultados de la 1ª edición, junto a Cruz Roja y al Ayuntamiento    

Dejar una respuesta

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí