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Los malditos datos que nos alejan de 'La verdad' en CINE i tenemos en cuenta su condición de novato, y lo arriesgado de hacer cine de denuncia cuando a casi nadie le interesa, hay que aplaudir que Vanderbilt haya tomado estos riesgos y haya saldado su trabajo con un aprobado alto. Es cierto que queda por debajo de obras maestras del subgénero como ‘Todos los hombres del presidente’, pero en algunos aspectos es más incisiva que ésta, ya que los nuestros son tiempos más descreídos que aquéllos.

El film cuenta con varios hándicaps para atraer y satisfacer al público europeo. En primer lugar, los acontecimientos que se narran fueron célebres en Estados Unidos, pero pasaron desapercibidos por Europa. Quizá, porque a este lado del charco, y especialmente a orillas del Mediterráneo, tenemos claro que los poderosos son corruptos, tienen privilegios y nada se puede hacer para cambiar ese status quo. Los demás sólo aspiramos a que las migajas que nos dejan nos sean suficientes para no malvivir. En segundo lugar, y a colación de lo anterior, que el hijo de una de las familias más importantes del país más poderoso de la Tierra utilizara sus influencias para no ir a una guerra incentivada por esas mismas familias nos parece ¿lógico? ¿normal? ¿obvio? Por tanto, el escándalo tampoco nos hace rasgarnos las vestiduras.

Sin embargo, la película es lo suficientemente inteligente para, partiendo de lo particular llegar a lo universal. Al principio parece otra maldita cinta de datos sin alma (el cine americano actual… y el ciudadano americano actual, si nos ponemos), pero con paciencia y sin prisas va llegando a un tercio final en el que se constata lo contrario: la obsesión por los datos y su veracidad sirve como cortina de humo, como una montaña de papeles cuyo objetivo es tapar la verdad.

Los malditos datos que nos alejan de 'La verdad' en CINE En una cinta no especialmente discursiva y que explica diáfanamente una historia compleja, sí hay tres diálogos-discursos sobre la libertad de prensa, la nefasta relación entre dinero y periodismo y, por último, las estratagemas para ocultar la verdad y producir ruido mediático. Éstos funcionan de manera diversa. El primero, protagonizado por Topher Grace, es el más fallido con molesta tendencia al histrionismo, perjudicado por un doblador francamente mejorable. El segundo es el más sosegado, sabio, cómo no protagonizado por mi idolatrado Redford. El tercero es el más brillante, lúcido y perdurable y recae sobre Blanchett. La calidad de las interpretaciones siguen también ese crescendo: de la mediocridad de Grace, pasando por la veteranía lúcida de Redford, a la grandiosidad de Blanchett.

Por último, señalar que, al igual que Blanchett acude a la entrevista final preparada para que no la pillen en ningún renuncio y que no se le vea el plumero liberal, la cinta presenta tres o cuatro escenas concebidas con la única intención de “demostrar” algo que no existe: la objetividad. Especialmente significativa es la relación entre los personajes de Grace y Quaid. Estos momentos perjudican más que ayudan, pero son imprescindibles en el contexto actual en el que se da por hecho que los autores conservadores “son así” pero no hay tregua para los progresistas.

En definitiva, cine necesario y preocupado por nuestra sociedad que, paradójicamente, interesa ya a muy pocos. Como dijo hace poco una líder estudiantil refiriéndose a parte de los universitarios: “Están tan enajenados que ni se plantean luchar por sus derechos”. Pues eso.

Sinopsis y ficha técnica

Víspera de las elecciones estadounidenses de 2004. El país se encuentra inmerso en la guerra contra Iraq y Afganistán, y todo apunta a que George W. Bush va a ser reelegido presidente de los Estados Unidos. La productora de noticias de la CBS Mary Mapes y su socio, el presentador Dan Rather descubren una historia que podría cambiar el curso de las elecciones: Bush había utilizado todo tipo de influencias para evitar ir a la guerra de Vietnam. La emisión de un programa especial con la información desata una tormenta informativa que llevará a Mapes y Rather a pelear para demostrar la veracidad de su noticia y defender los valores de la verdad por encima de los intereses políticos y económicos que se esconden detrás de los medios de comunicación.

Calificación: 3/5

Truth.- Estados Unidos, 2015.-  121 minutos.- Director: Director: James Vanderbilt.- Intérpretes: Cate Blanchett, Robert Redford, Topher Grace, Elisabeth Moss, Dennis Quaid, Bruce Greenwood, John Benjamin Hickey, Stacy Keach, Martin Sacks, Nicholas Hope, Aaron Glenane. DRAMA PERIODÍSTICO.

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Luis López Belda es licenciado en Filología Hispánica y Catalana, experto universitario en Cinematografía y Master en Comunicación e Industrias Creativas y en Formación de Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria.Es uno de los miembros de los podcast de cine 'Cautivos del film' y 'Críticas al salir', que se pueden escuchar en su web luislobelda.com. También gestiona la meet up de cine, 'Amantes del cine Alicante' que cuenta con más de 1.000 miembros en la que promociona los eventos divulgativos sobre el audiovisual en diferentes espacios culturales de la ciudad. Dirige el equipo que organizó DivulgaCine 2018 con la presencia de Carlos Boyero y Oti Rodríguez Marchante, entre otros.Miembro del Círculo de Escritores Cinematográficos de España. Profesor de Estética e Historia del Cine en diversos programas educativos, docente de lengua y cultura española para estudiantes estadounidenses y… futbolero (¡Matxo Hércules!), viajero ocasional y amante de la buena mesa.

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