La casi opera prima de la treintañera Ducournau, ‘Crudo’, nos presenta una voz propia. Es una caligrafía personal, imperfecta e irregular pero se convierte en una pequeña promesa de una posible autora con una personalidad y sensibilidad diferenciadoras.
En ‘Crudo’, bajo la apariencia y efectividad de un film de terror con elementos gore poco habituales en un film con ínfulas y estilo de cine de autor, la joven directora capta lo que los anglosajones llaman “the Sign of the times” (el signo, el pulso de los tiempos). Al ambientar su pesadilla en un colegio mayor, Ducournau, nos adentra en los usos y costumbres de una generación de veinteañeros que viven la vida con la velocidad de la era “punk” pero sin su ira política. Sólo ha quedado un nihilismo sin base reivindicativa, o eso al menos es lo que Crudo nos muestra.
Asumiendo riesgos innecesarios pero gratificantes (como la descripción de una party desbocada filmada con un virtuoso plano secuencia) y yendo más allá de lo acostumbrado en crudeza y franqueza, tanto en las escenas de sexo –magníficamente verosímil-como las de violencia extrema, ‘Crudo’ se atreve a romper las expectativas del espectador cuando nos sugiere la llegada de un giro moralista a la historia para darnos una bofetada de extrema inmoralidad a cambio.
La primera hora es magnífica y toda una inmersión sensorial para luego pasar a una media hora final menos interesante y un desenlace más de tono genérico. Aun así un film fuera de la norma que podría componer un díptico perfecto sobre la juventud y lo femenino en el siglo XXI junto a la incomprendida ‘Spring Breakers’.
FICHA ARTÍSTICA Y SINOPSIS
Grave. Francia, 2016.- 98 minutos.- Director: Julia Ducournau.- Intérpretes: Garance Marillier, Ella Rumpf, Rabah Nait Oufella, Laurent Lucas, Bouli Lanners, Joana Preiss, Marion Vernoux, Denis Mpunga, Jean-Louis Sbille.- DRAMA TERRORIFICO.- Justine, una joven de 16 años, vive en una familia donde todos son veterinarios y vegetarianos. Es una estudiante brillante y prometedora, pero al ingresar en la facultad de veterinaria descubre un mundo decadente, despiadado y peligrosamente seductor. Durante la primera semana, obsesionada por encajar con sus compañeros de clase, se aleja de los principios que le han inculcado su familia, y come carne cruda por primera vez. Las consecuencias no tardan en llegar, y la joven empezará a desvelar su verdadera naturaleza.