Una cinta con defectos evidentes pero que, en conjunto, resulta más que interesante y se revela como un film por encima de la media de la producción cinematográfica actual. Sin embargo, una parte importante de las críticas profesionales y de las opiniones de los espectadores han sido negativas e, incluso, algunas de ellas incendiariamente agresivas.
No habría nada que objetar si las razones esgrimidas para este fuerte rechazo estuvieran basadas en aspectos cinematográficos. Pero no, la inmensa mayoría de las mismas hacen referencia a un contenido argumental y temático con el que no se está de acuerdo. Antes sólo caían mal las personas, ahora se extiende a cualquier producción cultural. Si la cinta no piensa como yo, no pasan las cosas que yo quiero o el personaje no se comporta como me gustaría… la conclusión inmediata es que la película es un horror y hasta me cae mal, al igual que todos o la mayoría de los que han participado en ella. Poco importan consideraciones estéticas, narrativas, visuales, de puesta en escena, sobre el montaje, la dirección, la producción. Es decir, lo que compone realmente una película. Por ello se puede decir que, si Marilyn fue una víctima evidente de la mentalidad de su época, Blonde es la víctima de la nuestra, donde el ruido de la opinión es constante, una opinión raras veces informada y casi siempre visceral, airada e irreflexiva.
En este caso resulta más que evidente: el enfado proviene muchas veces por la imagen que se da de la Monroe, dudando de la veracidad de lo contado… cuando la película no es, ni de lejos, una biografía de la malograda artista, sino la adaptación de una novela donde la gran Carol Joyce Oates se IMAGINA cómo pudo ser la vida de la diva. Si hay que pedir cuentas hay que hacerlo a novela o bien a la adaptación de la misma; pero nunca hubo la intención de contar la verdad sobre Marilyn… si es que eso existe o se puede llegar a saber.
Y la verdad es que hay razones cinematográficas más que de sobra para atacar la película. Pero claro, eso supone un esfuerzo de análisis y reflexión que no es, ni de lejos, obligación de los espectadores, pero sí de los críticos profesionales y las personas de la industria. Se puede criticar la exagerada duración, los bajones de ritmo, el caprichoso y poco justificado cambio continuo en el formato de pantalla utilizado, la repetición innecesaria y machacona de las imágenes simbólicas de los fetos o las más que cuestionables escenas oníricas y fantasmagóricas.
En lo que sí hay consenso, afortunadamente, es en las alabanzas al gran trabajo de la protagonista, Ana de Armas. A veces vemos a Ana en pantalla pero muchas veces la que emerge es Marilyn, a pesar del escaso parecido físico entre ambas. El mérito lo comparten la magnífica caracterización y el titánico trabajo de una actriz que se ha ganado a pulso el lugar en la cumbre que ha alcanzado.
Esta película está disponible en Netflix.
Título original: Blonde. Estados Unidos, 2022.- 166 minutos.- Director: Andrew Dominik.- Intérpretes:Ana de Armas, Adrien Brody, Bobby Cannavale, Julianne Nicholson, Xavier Samuel, Evan Williams, Caspar Phillipson, Toby Huss, Sara Paxton, Chris Lemmon, Dan Butler, Garret Dillahunt, Lucy DeVito. – DRAMA.- Basada en el bestseller de la cinco veces finalista al Premio Pulitzer, Joyce Carol Oates, BLONDE es la historia personal audazmente reinventada de la sex symbol más famosa del mundo, Marilyn Monroe. La película es un retrato ficticio de la modelo, actriz y cantante durante los años 50 y 60, contada a través de la mirada moderna de la cultura de las celebridades. (Fuente: FILMAFFINITY)