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no escucha a Los Hermanos Dalton y se pregunta: ¿ya nos hemos olvidado del power pop? Como concepto, probablemente. A nadie le interesa recordar que Kurt Cobain no hubiera compuesto “Nevermind” si nunca hubiese escuchado a los infravaloradísimos Big Star. La historia ha apartado a los maravilosos Badfinger (aunque todos conozcamos su canción más célebre a través de versiones ultrajantes). The Cars fueron colocados en el panteón New Wave, para Teenage Fanclub se marca la casilla del britpop y The Posies han quedado englobados en el rock alternativo. Weezer, la última gran banda del género, lleva diez años dando una de cal y siete de arena.
En la actualidad, el pop indie se ha apoderado de sus melodías y su contundencia rítmica. En España ha habido escarceos por parte de bandas como 091 y Los Planetas -curiosamente, formaciones andaluzas como Los Hermanos Dalton- que sólo cogieron algunos modales del power pop para desarrollarlos a su antojo y en cualquier caso no cultivaron el género. También podría hablar de otro sonido cercano -y predominante en la trayectoria del grupo que nos atañe- como el punk pop, pero casos representativos como el de Pignoise han contribuido más a las ventas de fijador para el pelo que al mundo de la música.
La energía pop se ha labrado durante décadas, pero estos gaditanos la han mantenido rabiosamente actual durante las últimas dos
Hemos olvidado el power pop, aunque notamos a diario su influencia. Por esto nunca oiremos a Los Hermanos Dalton en las radios de música de masas, pero sus canciones no suenan anacrónicas ni pertenecientes a ningún revival. La energía pop se ha labrado durante décadas, pero estos gaditanos la han mantenido rabiosamente actual durante las últimas dos.
Josema, Jesús y Carlos Gómez Oneto adoptaron el apellido de los torpes villanos de “Lucky Luke” en 1991. Rápidamente se ganaron el respeto de la crítica de la época -fueron nombrados grupo revelación del año 92 por Radio 3. En 1998 llegaron a un punto álgido de reconocimiento público – siempre dentro de los límites del circuito alternativo – al participar en la banda sonora de la película “Mensaka” con canciones de su disco “Crash”, cuyo sonido había virado al punk.
Posteriormente, coincidiendo con el comienzo de la crisis de la industria discográfica a principios de los dos mil -y que parece no tener fin-, comenzaron a tener problemas para publicar sus obras, por lo que en los últimos quince años habían tenido que autoeditarse dos álbumes en directo (“Una noche más en directo”, de 2000 y “Sin moverte del sillón”, de 2011) y un único disco de estudio (“Esperando una señal”, de 2009) en este espacio de tiempo.
Al menos hasta que el pasado 23 de septiembre editaron con el sello discográfico Wild Punk el álbum “Revolución”, un nuevo compendio de pop guitarrero que presentarán este domingo 7 de diciembre a las 23:00 h. en la sala La Gramola de Orihuela. Una ocasión para disfrutar de una tradición melódica empapada de un ímpetu que jamás pasará de moda.
Entradas: 10 € (precio único). Reservas: info@lagramola.com










