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no se siente en la obligación de aprovechar la holgura del subgénero al que pertenece el artículo – el de la crónica de conciertos – para incidir en aspectos que pudieron echar por tierra la velada. Porque IMHO y Fast Forward sonaron muy bien y uno en Stereo se acabó sintiendo tan cómodo como siempre, pero hay que decir que la noche comenzó mal. La sala no estaba abierta a las 22:00, hora a la que según lo anunciado comenzarían las actuaciones. Tardó otros 10 ó 15 minutos en abrir y otros 30 ó 40 minutos entre la apertura y el resonar de la primera corchea. No señalo a nadie – no conozco qué circunstancias provocaron el retraso – pero una hora de plantón enfría los ánimos a cualquiera.
Quizás por esta razón es más encomiable que las bandas consiguieran levantar la noche. El primer turno fue para el quinteto alicantino IMHO. Con el tiempo de retraso anteriormente mencionado, daban inicio a su actuación con My universe, uno de sus temas mejor conocidos, al que siguieron Stay, Keep Your Innocence, Part of Me y Something is Changing, muestras de que el binomio rock-electrónica queda representado en su sonido con desequilibrio. Sus canciones contienen arreglos electrónicos, pero el fundamento es un rock de factura impecable: base rítmica clásica, dos guitarras y una prodigiosa voz, la de Jorge Girona, que maneja un vaivén melódico entre fuerza y emotividad.
IMHO se emparentan con bandas nacionales como LA y mostraron que beben de fuentes como los últimos Pearl Jam, la segunda etapa de Kings of Leon o el brit de finales de los noventa y principios de los dos mil, algo que apuntaron ellos mismos al tocar una versión de Dakota de Stereophonics. Tras Ready Ok, el All These Things that I’ve Done de The Killers y Bad Life, el público pidió un bis que ellos resolvieron con Revolución, una sorpresa en castellano con la que se despidieron definitivamente.
Fast Forward suenan new wave, a dance punk, a rock de sintetizador, pero su sudor pertenece a otro género u otra época
Minutos después se disparaba una melodía de sintetizador que parecía el anuncio de aterrizaje de una nave nodriza de película de ciencia ficción. Apareció el batería en escena y añadió el ritmo hasta que el resto de componentes de Fast Forward se presentó para comenzar su actuación con Spirit of George Best – toda una declaración de intenciones – que empalmó sin pausa con la pulsión disco-funk de Full of Memories.
En la entrevista que nos concedió hace dos semanas a Alicante Mag, el cantante Álex Amorós nos hablaba del peso que tanto el sonido como la autoconciencia punk habían ejercido sobre sí mismo y la banda. No estaba lanzando un órdago. Fast Forward suenan new wave, a dance punk, a rock de sintetizador, pero su sudor pertenece a otro género u otra época, quizás a cuando se iniciaban las canciones con un “un-dos-tres-cuatro” marcial y se despachaban 14 canciones en 25 minutos. Enviaban al público un misil y exigían una respuesta. Entonces repetían el proceso, sin concesiones.
Tras City Girl, con claras reminiscencias de The Rapture, y la coreable Life, llegó una incendiaria versión de Shadowplay de Joy Division. En este momento el respetable ya se sentía parte de la fiesta – jugueteo constante con una bandera del Hércules CF incluido – y esto es un logro a destacar, porque durante esta segunda actuación apareció otro problema que amenazó con cargarse la noche. En ambos recitales hubo problemas de sonido en la sala, pero durante el de Fast Forward se encrudecieron con algún crujido y un pitido realmente molesto que provenía de los altavoces. Es algo que irrita un poco si además tenemos en cuenta el tiempo de retraso con el que se iniciaron los conciertos. Pero hay que reiterar que las bandas no permitieron que los conciertos se echaran a perder.
Los valencianos insistieron con la popera White Walls y el electrorock de Dreams, durante la que Amorós se encorvó sobre el público en actitud desafiante, buscando incrementar la complicidad. Para finalizar el concierto guardaron las rabiosas y coreables Notes from the East y Waiting for the Show – adelantos del LP que lanzaron en 2013 y que tocaron casi al completo – y culminaron con Beer Overdose, perfecta síntesis de la amalgama de estilos, texturas e intenciones que Fast Forward pretende imprimir en sus canciones.
Fast Forward e IMHO. Bandas diferentes pero a seguir. Si siguen mostrando este esfuerzo y mantienen el nivel compositivo, difícilmente no conseguirán hacerse oír. Algo deben de tener si, pese a todas las incidencias, el pasado sábado lograron que les prestáramos toda la atención.
Hola Antonio!!
En primer lugar agradecerte a ti y a Alicante Mag vuestra asistencia y crónica del concierto de Fast Forward e IMHO en la Sala Stereo este pasado sábado 7 de marzo.
Al respecto comentarte que lamentamos las molestias ocasionadas por la demora en la apertura de sala y comienzo del concierto.
Muchas gracias por todo.
Atenta y cordialmente.
IMHO