La XVIII edición del Funtastic Dracula Carnival reunirá del 12 al 14 de octubre en Benidorm a un grupo insólito de luminarias del punk, el rock and roll, el garage y el soul. Bandas legendarias a las que es muy difícil ver en directo (sobre todo en España y con las condiciones acústicas de una sala), junto a una selección de lo más granado de la escena underground contemporánea nacional e internacional. Un cartel intergeneracional que apuesta más que nunca por los artistas que hibridan géneros de una forma personal e inconfundible.
Tres días intensos de fiesta salvaje que culminarán con otra de las grandes sorpresas de esta edición: el concurso de baile Soul Clap and Dance Off que organiza cada mes en Nueva York el dj Jonathan Toubin, uno de los mayores especialistas del mundo en singles y rarezas de los años cincuenta y sesenta.
La Sala Penélope de Benidorm, un espacio icónico de 16.000 metros cuadrados construido en 1968 y dotado de una gran piscina, varias terrazas y un montón de rincones secretos, volverá a dar cobijo a esta gran fiesta anual a la que acuden fieles de todas las partes del mundo.
Las entradas se pondrán a la venta el miércoles 28 de junio a las 21:00 (hora española) a través de la web del Funtastic (funtasticdraculacarnival.net), y de forma presencial el lunes 26 de junio a las 19 horas en el pub Monterrey (Calle Museu, 10. València).
Será una ocasión única para ver en directo a la banda más idolatrada de cuantas ha liderado el músico, escritor y agitador cultural Ian Svenonius. Partiendo de los retales de géneros y estéticas pretéritas, The Make-Up consiguió desarrollar a mediados de la década de los noventa un sonido, una imagen y un discurso propio -beligerante, irónico y estéticamente impecable-. Recetas marxistas para acabar con el capitalismo con aullidos y bailes al ritmo de lo que ellos mismos acuñaron en su día como “gospel yeh-yeh”. La disolución de The Make-Up fue un chasco para sus seguidores españoles; muy pocos pudieron asistir a los conciertos que ofrecieron a finales de los noventa en Madrid y Barcelona. La banda de Washington DC, conocida por sus demoledores shows, en los que incorporan al público como un quinto miembro, está integrada por Ian Svenonius, la bajista Michelle Mae, el guitarrista y organista James Canty y el baterista Mark Cisneros.
Ian Svenonius, que tiene tanto de músico como de pensador, ha plasmado sus ideas en libros como Estrategias sobrenaturales para montar un grupo de rock (Blackie Books), “The Psychic Soviet, y Censorship Now!!-. El ex líder de Nation of Ulysses actuará en el Funtastic por partida doble, ya que también se subirá al escenario con su proyecto paralelo Escape-Ism, con el que reinventa el rock‘n’roll de la misma manera que el motor reinventó la manera de viajar.
También tendremos la oportunidad de ver, en el que será su único concierto en España, a los australianos The Scientists. Nacidos casi al mismo tiempo que The Cramps pero en la otra parte del globo, inicialmente fueron una banda de punk y power pop, facturando dos singles con himnos atemporales como «Frantic Romantic» y «Last Night» y un elepé. Tras la publicación de este disco se trasladan a Sidney, donde mutan su estilo hacia algo mucho más oscuro y primitivo, fuertemente influenciado por The Stooges, Suicide, Cramps, Gun Club y Birthday Party. Podemos decir por tanto que hay dos Scientists diferentes: la banda de punk con sede en Perth de finales de 1970 y la de swamp rock con sede en Sydney/Londres de los 1980. En 2021, el sello americano In the Red publicó su primer álbum de estudio en 34 años, Negativity, que se convirtió en uno de los álbumes del año.
Otra de las bandas míticas que actuarán únicamente en Benidorm son los norteamericanos The New Bomb Turks, uno de los pocos grupos que pueden presumir de haber marcado para siempre la historia del punk rock. Ver un concierto del cuarteto es vivir un momento impredecible de locura, gritos, trances y descargas eléctricas. Su líder, Eric Davidson, no se sube al escenario, sino que lo aborda cual bucanero y solo lo abandona cuando ha dejado al público K.O. The New Bomb Turks han editado diez LPs, dos EPs y más de veinte sencillos. A partir de 2005, redujeron drásticamente sus giras y grabaciones y solo se dejan ver en contadas ocasiones.
Más personajazos. El legendario Kid Congo Powers, cuyo nombre real es Brian Tristan, es un guitarrista, cantante y actor estadounidense conocido mundialmente por ser miembro de tres de las bandas más influyentes, seminales, sexies y pantanosas de todos los tiempos en cuanto a rock and roll se refiere: The Gun Club, The Cramps y Nick Cave and the Bad Seeds. En 2009 funda The Pink Monkey Birds, en la que fusiona rock & roll primitivo, garage rock y blues crudo con el rock chicano del Este de Los Ángeles y una pizca de punk y psicodelia. Una mezcla tan loca como infalible que crece todavía más en directo.
Además, la XVIII edición del Funtastic traerá por primera vez a nuestro país a Sick Thoughts -punk de guitarras abrasivas y ritmos-metralleta desde Nueva Orleans, con reminiscencias de Zero Boys, Reatards y los primeros Crüe-, al jovencísimo trío de garage rock The Mudd Club y a los londinenses Eel Men, dueños de un estilo fresco y atemporal que recupera la mejor tradición británica: desde los riffs de guitarra de Jeff Beck a la energía de Pretty Things, Troggs o The Action, pasando por las melodías cristalinas de Buzzcocks o la angustia de Gang of Four.
En el cartel -que ha diseñado el ilustrador californiano Daniel Segura- comparten espacio proyectos minimalistas y puristas como el del trío escocés Lord Rochester y nuevas aproximaciones al garage, el punk, la psicodelia y el rockabilly, como los franceses The Silly Walks, el trío suizo The Jackets, The Okmoniks o los australianos Thee Cha Cha Chas. Pero también habrá un lugar para la luz y la frescura del powerpop con The Speedways, cuyo estilo «Ronettes punk» mete en la batidora elementos de Tom Petty, Phil Spector o The Exploding Hearts.
Mucha juventud
Otra banda joven, ruidosa y original, capaz de mezclar garage, punk, hardcore e incluso algo de soul, son los neoyorquinos Hank Wood and the Hammerheads. Sus shows son todo un fenómeno tanto en su ciudad como en las docenas de clubs que han pisado a lo largo de sus giras por EE.UU., Australia, Japón y Europa. Esta será su segunda visita a España.
Más chavalada, pero esta vez desde Países Bajos y muy influenciados por el el 60’s Nederbeat original de su país. The Mocks es un trío que en directo, dependiendo del momento, puede sonar tan arrollador como The Who, tan elegante como The Kinks o tan insolente como los primeros Jam.
Caso curioso es también el de The Exbats, banda de Arizona formada por un padre y una hija -Kenny (guitarra) e Inez McClain (vocalista y baterista)-, a la que se sumó más tarde Bobby Carlson al bajo. The Exbats abarcan una gama más amplia de estilos musicales, mezclando sin complejos blue eyed soul, country, pop británico, psych y R&B.
Desde la Comunidad Valenciana, dos buenos ejemplos del mejor punk del pasado reciente y del que está marcando el paso del futuro. Hablamos de los incombustibles Wau y los Arrrghs!!!, que en su regreso a los escenarios no podían faltar a su cita con el Funtastic (que es su segunda casa), y Finale, la banda más desquiciada de la nueva escena punk nacional. Tras la publicación del LP Visión de Futuro (Flexidiscos/Discodrome Records) y el EP 225 r.p.m. (Slovenly Recordings), sus conciertos se han multiplicado exponencialmente por España y Europa, llenando salas gracias al boca a boca de su creciente número de fans, que no para de hablar de sus demoledores directos. Sin olvidarnos de Boston Babies, jovencísima banda madrileña -apenas rebasan los 18 años- que ofrece una nueva mirada al punk 77, el power pop, el glam, el pub rock y el protopunk.
No es posible hablar de la nueva hornada del punk español sin nombrar al sello Cuerdas Fuera de Barcelona, centrado en editar a grupos que se mueven entre el punk y la electrónica. Su fundadora, Yvette Erre, será la ama y señora de los conciertos Creepy Island que se organizarán en la Sala Rockstar de Benidorm a mediodía como actividad paralela del Funtastic. Allí actuarán tres formaciones muy jóvenes a las que hay que seguir la pista: Tetas Frías, Beta Máximo y Teo Wise.
Bailad, bailad, malditos
Todo el mundo sabe que la última jornada del Funtastic se tira la casa por la ventana. Es la noche de los disfraces, el confeti y el máximo cachondeo. Pues bien, este año se sube la apuesta con la celebración del concurso de baile más popular de Nueva York, cuya fama crece en todo el mundo desde México a Tel Aviv.
El Soul Clap and Dance-Off no es un concurso de baile sin más; su creador es Jonathan Toubin, uno de los mayores especialistas en blues, soul y rock and roll de los años cincuenta y sesenta, considerado por publicaciones como el Village Voice como el mejor dj de Nueva York. De su maleta solo salen hits, joyas ocultas, rarezas de 45 pulgadas. Su Soul Clap and Dance-Off es la fiesta de clausura oficial del festival South By Southwest de Austin y tiene su propia noche en el Lincoln Center’s Midsummer Night’s Swing de NY. Todos los asistentes al Funtastic están invitados a ponerse el dorsal y darlo todo en la pista de baile para seducir al jurado -que tendrá a músicos de renombre entre sus miembros- y llevarse algunos de los jugosos premios que se entregarán a los ganadores.
Toubin se suma así a la larga e ilustrísima nómina de pinchadiscos procedentes de todo el mundo –cerca de treinta djs que solo trabajan con vinilo– que a lo largo del fin de semana pondrán a bailar al personal. Ninguno de los conciertos del cartel se yuxtapone, pero la música no cesa nunca. Siempre hay un pinchadiscos en la terraza exterior o en la sala Hipsville A Go Go Party Room de la Sala Penélope. Además, Los Hermanos Pizarro, conocidos por su programa de Radio 3 “Melodías Pizarras”, tendrán este año un espacio propio para descubrirnos temazos de calypso, cumbias y las marcianadas con discos auténticos de pizarra a 78 rpm.
El Funtastic Dracula Festival suma ediciones sin ceder ni un centímetro a las premisas con las que nació hace ya 18 años. Ajena a los circuitos comerciales y a la extendida obsesión por crecer a costa de la comodidad del público. Una fiesta sin marcas, patrocinadores ni subvenciones, que huye de los elitismos y pone todo su empeño en mantener una relación justa y transparente con las personas que trabajan en la organización. La prueba viviente de que otra manera de hacer festivales es posible.