Jorge Crivillés se convirtió ayer en el primer español que ha nadado el Canal del Norte, tras superar una dura travesía de 42 kilómetros en aguas abiertas entre Irlanda y Escocia. El alicantino ha realizado este reto de carácter solidario a favor de los pacientes oncológicos de AEAL (Asociación de pacientes de Linfoma, Mieloma, Leucemia y Síndromes Mieloproliferativos). La prueba ha sido patrocinada por la Fundación Asisa, entidad que apoya al deportista desde 2015.
Crivillés, que siempre ha considerado el Canal del Norte el desafío más peligroso al que se enfrentaba por las bajas temperaturas del mar, ha logrado completar el cruce en un tiempo de 12.53 horas. La temperatura media fue de 13 grados, oscilando entre 12 y 14. No han podido impedir su objetivo las condiciones adversas que se registraron durante las seis últimas horas, prácticamente la mitad de la prueba.
Junto con un oleaje imprevisto, uno de los momentos más duros ha consistido en hacer frente a un banco de medusas melena de león, un suceso en el que terminó afectado con varias picaduras. A unos cinco kilómetros de la costa, Crivillés se vio atrapado en un «cementerio de los sueños» a causa de una fuerte corriente, por lo que aunque la sensación que percibía era la de avanzar más rápido, en realidad la fuerza del agua había detenido su avance. Para superarlo se vio obligado a aumentar la velocidad de las brazadas, un esfuerzo que se produjo tras muchas horas de nado a sus espaldas.
A los pocos minutos de finalizar la prueba, el nadador expresó que «las últimas seis horas han sido tremendamente duras porque el mar se ha complicado mucho. Sin embargo, me siento muy feliz de haber cerrado este capítulo. El apoyo de mi equipo ha sido fundamental para lograr llegar hasta la costa.»
En la embarcación, el deportista contaba con el apoyo de su hermano Carlos Crivillés y la nadadora mejicana Nora Toledano, una mujer que ha conquistado los Siete Océanos y un doble cruce del Canal de la Mancha. También lo ha acompañado su kayaker habitual, Rafa Pastor. Por su parte, Quinton Nelson, capitán de la embarcación London que ha coordinado la prueba, no pudo decidir hasta el pasado domingo si el reto se llevaría a cabo a causa del mal tiempo que ha persistido este verano entre las costas de Irlanda y Escocia. De hecho, durante este último mes, Crivillés ha viajado a Belfast y Donahadee en tres ocasiones, coincidiendo con las mareas favorables y a la espera de que apareciera una franja horaria óptima para lanzarse al mar.
El objetivo de Jorge Crivillés es obtener el título internacional de los Siete Océanos, un reconocimiento que aún no ha alcanzado ningún nadador español. Para ello debe completar siete pruebas de alto riesgo. Hasta el momento ha logrado el Canal de Santa Catalina en California, el Canal de Tsugaru en Japón, el Canal de La Mancha en Inglaterra y el Canal de Molokai en Hawai. Su próxima aventura está programada en el Estrecho de Cook, en Nueva Zelanda. Tras él, solo le quedaría por completar el Estrecho de Gibraltar, que lo nadó hace diez años aunque usando traje de neopreno, del cual se deberá desprender ahora para que la prueba se considere válida.
El 4 de julio del pasado año, Crivillés trató de cruzar a nado el Canal del Norte y tuvo que abandonar tras sufrir una hipotermia al bajar la temperatura y registrar el mar una media de 9 grados. Durante estos doce meses, el nadador ha tratado de aclimatarse nadando en invierno en Donahadee, Holanda y Vigo, participando en pruebas de aguas frías como La Batalla de Rande.
Jorge Crivillés y su Club de Natación RC7 nadan a favor de los pacientes de AEAL y GEPAC desde hace una década.
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A Jorge Crivillés se puede seguir a través de la web jorgecrivilles.es y de sus perfiles en Facebook, Twitter e Instagram.