Alfonso Blas López y Carlos Cardelle Montero, militares de profesión del Mando de Operaciones Especiales (MOE), se han embarcado en una heroica expedición: coronar el Monte Denali, el pico más alto de Norteamérica, con 6.190 metros de altitud y que forma parte de la Cordillera de Alaska.
Aunque Alfonso se encuentra en la reserva desde agosto de 2022, ambos han compartido muchos años en la unidad y son unos apasionados de la montaña y los entornos naturales. Carlos y Alfonso han escalado juntos tanto los Andes como los Alpes, y El Himalaya, donde además Carlos ha hollado la cumbre del Manaslu.
Su nuevo reto es el Monte Denali, uno de los lugares más duros para ascender, al existir un desnivel considerable, de unos 4.000 metros desde el campo base. Además, debido a su cercanía al círculo polar, las temperaturas en esa zona pueden alcanzar hasta los 50 grados bajo cero.
La expedición durará aproximadamente tres semanas. El próximo 26 de mayo está previsto que lleguen al Glaciar de Kahiltna, a unos 2.200 metros de altitud. En el Medical Base Camp establecerán su lugar de descanso, donde está ubicado un botiquín de los Ranger. Tendrán que estar muy atentos a las inclemencias del tiempo, ya de por sí extremadamente duras en esa montaña, con una temperatura media de entre 30 y 40 grados bajo cero y fuertes rachas de viento.
Acompañamiento virtual
Ante tales adversidades, Alfonso y Carlos no estarán solos. Les acompañarán varios compañeros de forma virtual desde España, mediante aplicación Garmin, ya que no hay cobertura de telefonía móvil ni Internet. Jorge Olcina, conocido geógrafo y catedrático de la Universidad de Alicante, se encargará de informarles de las condiciones meteorológicas y previsiones del tiempo diarias. Jorge Palop, médico experto y miembro del Grupo Militar de Alta Montaña, les ayudará a título particular ante cualquier incidencia sanitaria que pudieran tener. Fernando Fernández, montañero experto, les respaldará ante cualquier duda. María Carmona, periodista, les apoyará en labores de difusión mediática y redes sociales. Y Sabina y Carmen, esposas de Carlos y Alfonso Blas, les proporcionarán el cariño necesario.
Por sus pronunciadas pendientes, los esquíes de travesía o raquetas de nieve son imprescindibles para realizar parte del recorrido. Además de gozar de condiciones físicas y psicológicas óptimas, el compañerismo y la capacidad de convivencia en equipo, demostrada durante muchos años, resultan esenciales. Por todo ello, llevan tiempo preparándose a fondo.
“Sabemos de antemano que en las grandes montañas, en muchas ocasiones, la mente es más importante que las piernas”, indica Carlos. La preparación incluye llevar un gran listado de elementos e instrumentos necesarios, como botas reforzadas, ropa térmica (de Goretex y Plumas), gafas de ventisca y de máxima protección solar, sacos de dormir de máxima calidad, mantas de aluminio, arnés, cascos, GPS y botiquín, entre otros. Todo ello, tendrán que cargarlo en una mochila de unos 70-80 litros y arrastrarán un trineo, al menos hasta el Campo Base Médico.
Además, ambos recalcan que los campamentos serán de gran ayuda: iglúes, zanjas de nieve y la protección a las tiendas resultan claves. Y, por supuesto, llevarán cámara fotográfica para inmortalizar su hazaña, que se podrán seguir a través de sus cuentas de Instagram (@alfonsoblas45 y @cardellecarlos), y de Facebook (Alfonso Blas López y Cardelle Carlos).
Uno de los mayores problemas al que se enfrentan es “el mal de altura”. Tal y como explican: “la aclimatación no depende del nivel de entrenamiento, aunque éste siempre favorecerá el proceso. Cada organismo y cada vez, es diferente. Hay personas que se aclimatan rápidamente y otras lentamente. Incluso personas que otras veces no han tenido problemas pueden verse afectadas”.
“Debemos dar máxima importancia a hacer una correcta aclimatación, lenta y progresiva, sobre todo al principio de la expedición, utilizando la clásica técnica de los dientes de sierra (subir más alto y volver a dormir más abajo)”, apunta Alfonso.
Visibilizar a entidades solidarias
“Carlos y yo somos conscientes de la suerte que muchos de nosotros tenemos por haber nacido en un país como España, en el seno de una familia bien estructurada o simplemente por crecer y vivir con salud. Por ello, en este nuevo reto nos proponemos dar visibilidad a las entidades que detallamos a continuación. Os pido que, de alguna manera, transformemos esa suerte en generosidad, aunque sólo sea para conocerlos y saber de sus actividades”, resalta Alfonso.
- Rafiki Africa es una Organización No Gubernamental cuya misión es trabajar y colaborar con las personas de dos distritos ugandeses, Sembaule y Hoima, en sendas aldeas, Katwe-Kenziga e Ikoba, para que puedan erradicar la pobreza extrema, vivir en condiciones dignas y que no tengan que abandonar su territorio.
- La Fundación UNER es una plataforma de apoyo e investigación por y para las personas con alteraciones cerebrales y sus familias.
- Club R19 es una asociación benéfica ilicitana que ofrece apoyo a las personas afectadas de fibrosis quística.