Por Alba Roca.- El Festival Rabolagartija 2024, celebrado en el Polideportivo Municipal de Villena del 15 al 17 de agosto, ha dejado una huella imborrable en los miles de asistentes que acudieron a disfrutar de tres días repletos de música, baile y una atmósfera única. Este evento, que ha ido ganado reconocimiento, se ha consolidado como un referente de la diversidad cultural y musical no solo en la Comunidad Valenciana, sino a nivel nacional. A continuación, exploramos los momentos más destacados de este festival, su organización y el impacto que ha tenido en el panorama musical español.
Día 1: Una Apertura Explosiva con Soziedad Alkoholika y Muchachito Bombo infierno
El primer día del Rabolagartija 2024 arrancó con una espectacular tormenta que dejaría tanto las inmediaciones como gran parte del recinto encharcado. Desde las primeras horas de la tarde, el recinto comenzó a llenarse de jóvenes y adultos que llegaron desde diferentes puntos de España, todos listos para disfrutar de una experiencia que prometía ser inolvidable. El clima no fue un impedimento para que la jornada transcurriera con normalidad, gracias al gran trabajo realizado por la organización del festival y por varias empresas locales (camiones sacando agua, distribución de paja por el suelo de todo el recinto, trabajadores apartando agua con cepillos, etc.) lo que ocasionó que no tuviera que suspenderse ninguna actuación.
Muchachito Bombo infierno, subió al escenario con una explosión de color y ritmo que logró que nadie quedara quieto. El grupo catalán, conocido por su capacidad de convertir cualquier lugar en una fiesta, brindó un espectáculo cargado de buena vibra, donde temas como «Caraguapa» y «Siempre que quiera» fueron coreados al unísono por una multitud entusiasta. El juego de luces y la interacción constante con el público hicieron de su concierto una auténtica fiesta.
Más tarde, Soziedad Alkoholika, una de las bandas más esperadas de la jornada, no decepcionó. Su mezcla de punk y hardcore resonó con fuerza, haciendo que el público se entregara al pogo y coreara cada una de sus letras. Esta banda, que lleva décadas en la escena, demostró por qué sigue siendo un referente en la música contestataria española. La energía de su actuación fue un catalizador que puso a todos en sintonía con el espíritu del festival: una mezcla de rebeldía, diversión y camaradería.
Grandes bandas nacionales como Boikot, Rulo y La Contrabanda, Lia Kali, etc. fueron pasando por los dos grandes escenarios del festival durante toda la jornada y caldeando cada vez más el ambiente.
Vantroi, grupo llegado desde México y Ketekalles, fueron las primeras bandas en llenar el Caparrilla Stage.
Día 2: La Diversidad Musical en su Máxima Expresión
El segundo día del festival fue una verdadera celebración de la diversidad musical. Desde temprano, los asistentes pudieron disfrutar de una amplia gama de estilos que abarcaban desde el rap hasta el reggae, pasando por fusiones de música flamenca con electrónica. Esta jornada destacó por la variedad de propuestas y la capacidad del festival para atraer a un público heterogéneo, dispuesto a descubrir nuevas sonoridades y a disfrutar de artistas de renombre.
Uno de los momentos más esperados del día fue la actuación de SFDK. El dúo sevillano de rap, ofreció un concierto memorable en el que repasaron sus grandes éxitos y presentaron temas de su último álbum. La complicidad entre el grupo y su audiencia fue evidente, con momentos en los que el público se convirtió en un coro masivo que acompañaba a Zatu en cada rima. Canciones como «Defectos y Taras» y «Un pobre con dinero» resonaron con fuerza, demostrando que el rap en español sigue teniendo un lugar privilegiado en festivales como el Rabolagartija.
El eclecticismo continuó con la actuación de Green Valley, que aportó un toque de reggae y conciencia social a la jornada. El grupo liderado por Ander Valverde logró crear un ambiente relajado y festivo. Su setlist incluyó temas que invitaron a la reflexión y a la conexión con el entorno y con uno mismo. La combinación de letras comprometidas y ritmos relajados hizo que su concierto fuera uno de los más especiales del festival.
Los murcianos Awakate, tocando a la vez que las dos grandes bandas anteriores, consiguieron llenar el Caparrilla Stage y hacer un auténtico conciertazo que a nadie dejó indiferente. Han modificado su puesta en escena creando unos efectos visuales que llamaron mucho la atención. En este mismo escenario, a primera hora de la tarde tocó “El gato López” una banda tributo a Ska-p formada por miembros de “Salida Nula, Boikot, ex de SKA-P”, etc. que si no nos equivocamos fue el concierto más multitudinario en esta zona del recinto.
Día 3: Manolo Kabezabolo vuelve a caerse de un cartel
El tercer y último día del Rabolagartija 2024 fue una celebración de la música en todas sus formas, cerrando con broche de oro una edición que quedará en la memoria de todos los asistentes.
El día comenzó con el anuncio de la cancelación del concierto de Manolo Kabezabolo por problemas de salud, lo que a muchos asistentes no le hizo ninguna gracia pues muchos comentaban que no era la primera vez y que solo se habían desplazado al festival por su actuación, pero en todo momento, apoyaban y deseaban una pronta recuperación al artista. Actuaciones de artistas emergentes que ofrecieron una muestra del talento joven en la escena musical española como “La Esencia de Chuky”, “Loncha Velasco”, “La pelona”, etc. Sin embargo, uno de los momentos más esperados fue el concierto de Lendakaris Muertos, que con su propuesta de punk irónico y su incendiaria puesta en escena, aportó un toque de locura al festival.
“El Canijo de Jerez” una de las bandas más queridas de este festival, saltó a escena ya de madrugada poniendo el recinto patas arriba. Ofreció un concierto lleno de intensidad y pasión. Desde los primeros acordes, el público se entregó por completo, coreando cada palabra y dejándose llevar por la energía de la banda.
Impacto cultural y social del Rabolagartija 2024
El Rabolagartija no es sólo un festival de música; es un espacio de encuentro cultural que celebra la diversidad y la inclusión. A lo largo de sus ediciones, ha logrado crear un ambiente donde personas de todas las edades y procedencias pueden disfrutar de la música en un entorno seguro y acogedor.
El impacto económico del festival en Villena es muy significativo. Durante el fin de semana, la ciudad multiplica su actividad, con comercios bares y restaurantes llenos de las personas que llegan desde toda la geografía nacional al festival.
Organización y logística: Un modelo a seguir
El Polideportivo Municipal de Villena con sus amplias instalaciones, resultó ser el lugar perfecto para acoger a los miles de asistentes. La cercanía de la zona de acampada al recinto facilitó la movilidad y permitió a los festivaleros disfrutar de cada momento sin preocuparse por largos desplazamientos.
La oferta gastronómica también fue un punto a favor, con una amplia variedad de opciones que iban desde comida rápida hasta propuestas más saludables y vegetarianas. Los precios, aunque propios de un evento de estas características, fueron razonables y permitieron que todos pudieran disfrutar de una buena comida sin necesidad de salir del recinto.
Un Festival que crece y evoluciona
El Rabolagartija 2024 ha demostrado ser mucho más que un simple festival de música. Se ha consolidado como un espacio de encuentro, de celebración de la diversidad y de fusión cultural.