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urante la última década hemos presenciado cómo elementos del indie patrio se colaban en las listas de éxitos, consiguiendo de esta forma que este circuito estableciese su nicho entre el público general. Esto no es el negocio del siglo – ¿cuántas bandas pueden permitirse vivir con holgura de los réditos de su música? -, pero este nuevo orden ha seducido a muchos músicos que iniciaron sus carreras a principios de los dos mil. Es decir, bandas cuya apuesta primitiva eran sonidos muy personales, arriesgados y excitantes han ido acercándose a las que conquistaron tal atención masiva, provocando además una homogeneización musical.
Esto es necesario explicarlo antes de decir que Nudozurdo es una de las bandas más interesantes del panorama nacional y que esto no es hablar por hablar. La formación madrileña, liderada por el cantante y guitarrista Leopoldo Mateos, ha recorrido precisamente el camino inverso. En sus primeros discos trenzaban melodías pop con la severidad del post-punk, pero ese sonido ha ido abriéndose hacia otros géneros y texturas -el post-rock o la electrónica más mínima- de modo que su cuarto disco, Rojo es peligro, lanzado este mismo mes de abril, es otro compendio de temas que constituyen viajes particulares. En lugar de ensimismarse o de arrimarse a lo establecido entre el público, Nudozurdo han ampliado su propuesta de modo que a ellos las etiquetas les duran lo que tardan en terminarse los pasajes de una canción.
Este sábado 11 de abril actuarán en el Centro Cultural Las Cigarreras con motivo de la gira de presentación de este último álbum Rojo es peligro. El concierto está integrado en la programación del Mercado de Diseño de Alicante que se celebrará este fin de semana en el mismo recinto.
El concierto, organizado por Un fulgor de moda antónima y Movidas Ardilla, dará comienzo a las 22:00 h. Las entradas cuestan 10 euros en venta anticipada -se pueden adquirir en Punto Pop, Mery Croket, Jacapaca y entradium- y 13 € en taquilla.
