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a noche del jueves 31 de julio quedará en la retina de muchos cómo la del resurgimiento por unas horas de la década más creativa en España.
Un picoteo amenizado por algunos de los mayores éxitos de aquella época, un concierto de Los Secretos y una fiesta ochentera con la que volver a sentirse rebelde, fueron los tres ingredientes principales en la segunda velada musical de Los Jardines de Abril.
A las 22.45 horas sonaron los primeros acordes de ‘Y no amanece’ y aparecieron Los Secretos en el escenario cómo si por ellos no hubiera pasado el tiempo. Enfrente un público entregado y deseoso de revivir una época que marcó para siempre a toda una generación.
«El secreto de nuestro éxito es que vosotros podéis elegir entre muchos grupos, y nos elegís a nosotros»
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Anoche no importaba la edad, por qué si algo diferencia al grupo capitaneado por Álvaro Urquijo es su atemporalidad. Ellos lo saben, y por ello quisieron agradecer la fidelidad de su público con estas palabras: «El secreto de nuestro éxito es que vosotros podéis elegir entre muchos grupos, y nos elegís a nosotros».
Durante las casi dos horas que duró el concierto Álvaro quiso compartir con los presentes numerosas anécdotas de algunas de sus canciones más importantes, haciendo un guiño especial a la que era la canción preferida de su hermano, Enrique Urquijo ‘Volver a ser un niño’, o al origen de ‘Por el boulevard de los sueños rotos’ cantada por Joaquín Sabina.
Conforme avanzaba la noche, el ambiente se fue animando, y sólo hizo falta un acorde, para que todo el mundo en pie cantara al unísono ‘Déjame’, convertido en himno de la banda.
Ayer las canciones de antes cómo ‘Pero a tu lado’, ‘No me imagino’ o ‘Sobre un vidrio mojado’, se intercalaban con nuevos temas, en los que la esencia más pura del grupo se mantiene intacta.
Después de lo vivido anoche sólo podemos decir: ¡Larga vida a Los Secretos!
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