La novela se adentra con ternura y lucidez en una herida social todavía abierta: la emigración masiva en la Rumanía poscomunista. Letiția, madre de familia, decide marcharse a Italia en busca de un futuro mejor para los suyos, y deja atrás a su pequeña Rădița, que, incapaz de comprender la ausencia, transforma el dolor en juego, la carencia en poder simbólico. La niña, a falta de respuestas, se convierte en diosa de su propio universo interior.
Narrada a dos voces —la de madre e hija—, la obra aborda el desarraigo con una mirada profundamente humana, atravesada por la imaginación, el humor y la melancolía. Una fábula moderna que da cuenta de las fisuras de la globalización y de las cicatrices íntimas que deja el éxodo económico en quienes se quedan y en quienes se van.
Un autor imprescindible de la literatura rumana actual
Nacido en Rumanía en 1969, Dan Lungu es una de las figuras más destacadas de la “nueva generación” de escritores surgidos tras la caída del comunismo. Doctor en Sociología y profesor en la Universidad de Iași, su obra literaria —de corte neorrealista y posmoderno— refleja la tensión entre la propaganda oficial y la vida cotidiana del pueblo rumano.
Conocido internacionalmente por títulos como Soy un vejestorio comunista (adaptado al cine), El paraíso de las gallinas, Cómo olvidar a una mujer o Chicos de pandilla, Lungu ha sido traducido a numerosos idiomas y galardonado con importantes premios literarios. En 2007, El paraíso de las gallinas fue elegido Libro del Año en Alemania. Su popularidad se extiende especialmente en Francia, donde fue distinguido como “Chevalier de l’Ordre des Arts et des Lettres” por el gobierno galo.
Además de novelista, Lungu ha ejercido como director de la Feria Internacional del Libro FILIT y del Museo de la Literatura de Iași. También ha escrito poesía, ensayo y teatro.
Una historia universal sobre la infancia, la ausencia y la esperanza
La niña que jugaba a ser Dios es una novela que, desde una historia íntima, plantea preguntas universales. ¿Qué sucede cuando la familia se fragmenta por causas económicas? ¿Cómo se resignifica el hogar cuando sus cimientos emocionales se tambalean? ¿Qué papel juega la fantasía en los procesos de duelo y adaptación?
Dan Lungu no da respuestas fáciles. Pero su literatura, de resonancias tiernas y afiladas, nos invita a mirar de frente las grietas del presente y a escuchar, con atención renovada, las voces —a menudo silenciadas— de quienes viven entre dos mundos. Su visita a Alicante es una oportunidad excepcional para asomarse a esa frontera difusa entre realidad y ficción, donde, a veces, lo único que salva es la capacidad de imaginar.
