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icen mis amigos que sólo hablo de vino. No es cierto, hablo mucho de vino, pero no sólo de vino. Por eso hoy, hablaré de vino… de vino del territorio que nos rodea y que la mayoría desconoce.
De hecho, España es el país que menos vino bebe de Europa. Tiene el mayor viñedo del mundo, es el mayor productor del mundo y es el último consumidor de Europa cuando curiosamente somos el segundo consumidor del mundo en whisky. No es cierto que el vino esté de moda. Es verdad que se habla un poco de vino, pero las cifras son tozudas y estamos en 16 litros per capita… menos de la tercera parte de lo que beben países de igual cultura como Italia, Portugal o Francia. Ellos tienen la misma historia vinícola que nosotros y están en 50 ó 60 litros per capita. Sigue sin haber conocimiento, sin haber consumo y sin haber cultura de vino… y es una pena… y en nuestra zona es todavía peor.
Son muchos los elementos, objetos, materiales o productos procesados que tienen un especial significado para el ser humano y que los ha hecho acreedores de un papel primordial en las distintas civilizaciones. La alimentación es, quizá, la función humana que más simbolismo produce. Dentro de ella, el vino, y por extensión, la vid son quizás dos de los más importantes.
El vino se asocia al amor y al desamor. Es inseparable de la alegría y de la tristeza. Aparece vinculado al éxito y el fracaso. Va unido a la amistad
Por si no lo saben, los viticultores están en plena vendimia en estos momentos en los que escribo esto. Alguno ya me ha amenazado… y con razón… diciendo que hable menos de vinos y que le ayude más en la prensa.
La viticultura siempre ha sido muy importante ya que el vino servía para potabilizar el agua. Los romanos expandieron el cultivo de la vid a través de sus conquistas para garantizar esa potabilización. Se puede considerar que el cultivo de la viña, de hecho, es un claro síntoma de avance hacia una sociedad más cohesionada. Sobre todos estos aspectos dan noticias las fuentes acerca tanto de las referencias de la parte ritual y festiva del vino, como acerca de la parte más técnica de su cultivo.
Sin duda, la capacidad del vino para ayudar al hombre a establecer contacto con la divinidad tuvo mucho que ver. Ahora bien, no debemos perder de vista dos características más prosaicas:
- La uva es una fruta calórica y su ingesta garantiza el aporte energético necesario en una dieta
- El agua no siempre ha sido potable, como ya hemos dicho. En cambio, la cantidad de alcohol presente en el vino garantiza que esté libre de patógenos. Si, además, se mezcla con agua, ésta se potabiliza.
Hoy en día, ya no bebemos vino por esos motivos, lo bebemos por placer. Bebemos vino porque está bueno. Podemos decir que el vino tiene dos características que lo hacen diferente al resto de bebidas. Esto es:
- la variedad de aromas del vino según las cepas, el terruño y el clima en los que crece la viña
- su capacidad para envejecer, modificarse, someterse a una crianza.
Estas dos características hacen de la vitivinicultura y de la degustación del vino una partida de ajedrez de infinitas soluciones jamás agotadas. Gracias a esto, el vino se ha convertido, en la actualidad, en una bebida de difusión universal y, al mismo tiempo, de una extrema disparidad.
El vino se asocia al amor y al desamor. Es inseparable de la alegría y de la tristeza. Aparece vinculado al éxito y el fracaso. Va unido a la amistad. Es elemento indispensable en el cultivo del espíritu, los negocios, la guerra y la paz, etc. Las implicaciones sociales, sentimentales y morales del vino originan un mar de costumbres que impregna nuestra vida. En nuestro contexto, pocas bebidas expresan mejor el componente afectivo o lúdico en las civilizaciones mediterráneas.
Beber vino de la tierra es dieta mediterránea. Háganlo… no nos pase lo que advertía Vázquez Montalbán: El pueblo que no bebe su vino tiene un grave problema de identidad
Esta última referencia al Mediterráneo me sirve para enlazar el objetivo de este texto: animarles a consumir vinos del territorio. La UNESCO define dieta mediterránea:
La dieta mediterránea comprende un conjunto de conocimientos, competencias prácticas, rituales, tradiciones y símbolos relacionados con los cultivos y cosechas agrícolas, la pesca y la cría de animales, y también con la forma de conservar, transformar, cocinar, compartir y consumir los alimentos. El acto de comer juntos es uno de los fundamentos de la identidad y continuidad culturales de las comunidades de la cuenca del Mediterráneo. Es un momento de intercambio social y comunicación, y también de afirmación y renovación de los lazos que configuran la identidad de la familia, el grupo o la comunidad.
Este elemento del patrimonio cultural inmaterial pone de relieve los valores de hospitalidad, buena vecindad, diálogo intercultural y creatividad, así como un modo de vida que se guía por el respeto de la diversidad. Además, desempeña un papel esencial de factor de cohesión social en los espacios culturales, festejos y celebraciones, al agrupar a gentes de todas las edades, condiciones y clases sociales. También abarca ámbitos como la artesanía y la fabricación de recipientes para el transporte, conservación y consumo de alimentos, como platos de cerámica y vasos. Las mujeres desempeñan un papel fundamental en la transmisión de las competencias y conocimientos relacionados con la dieta mediterránea, salvaguardando las técnicas culinarias, respetando los ritmos estacionales, observando las fiestas del calendario y transmitiendo los valores de este elemento del patrimonio cultural a las nuevas generaciones. Por su parte, los mercados locales de alimentos también desempeñan un papel fundamental como espacios culturales y lugares de transmisión de la dieta mediterránea en los que la práctica cotidiana de intercambios fomenta la concordia y el respeto mutuo.
Si se han molestado en leerla verán que hace referencia a los mercados y productos locales… La dieta mediterránea es un estilo de vida basado en la proximidad y en la estacionalidad de los alimentos que consumimos. Es decir, beber vino de la tierra es dieta mediterránea. Háganlo… no nos pase lo que advertía Vázquez Montalbán:
El pueblo que no bebe su vino tiene un grave problema de identidad
¿Qué vinos hay en este territorio? En primera instancia, todos los de la provincia de Alicante… pero si amplían un poco, sólo un poco, conocerán los vinos de Fontanars del Alforins, Moixent y la Font de la Figuera en el sur de la provincia de Valencia y los de Murcia (ya se sabe, las provincias, esa absurda separación ideada en 1833 por Javier de Burgos sobre los límites de los antiguos reinos hispánicos, basándose en los ideales igualitarios y centralizadores del Nuevo Régimen surgido de la Revolución francesa). Nosotros ya hemos dejado claro que somos pedoclimáticos.
Bien, vamos por partes… que diría Jack el Destripador… tenemos tres opciones para consumir vino del territorio… a saber… visitar bodegas, pedirlos en el restaurante y tomarlos en casa.
Se trataría, normalmente y además es lo deseable, que los habitantes de un territorio visiten los lugares en los que se producen los alimentos en ese territorio, entre ellos el vino… y compren directamente
En primer lugar… VISITAR BODEGAS… No es enoturismo. Debo dejar claras las cosas… un turista (según la Organización Mundial del Turismo) es aquella persona que se traslada de su entorno habitual a otro punto geográfico, estando ausente de su lugar de residencia habitual más de 24 horas y realizando pernoctación en el otro punto geográfico. Es decir, se trataría, normalmente y además es lo deseable, que los habitantes de un territorio visiten los lugares en los que se producen los alimentos en ese territorio, entre ellos el vino… y compren directamente.
Esto no es una ocurrencia, está de moda entre la gente decente francesa… alemana… italiana… ir el fin de semana y visitar a los pequeños productores, ir a mercados locales… comprar directamente, comer en la bodega. Si bien es cierto que esas explotaciones están preparadas para estas actividades (las tienen estructuradas dentro de su misión que diría un “experto”). En nuestro territorio, hay varias oportunidades… Vayan por toda la provincia de Alicante, por toda la de Murcia y el sur de la provincia de Valencia. Yo recomendaré varias, para empezar… no es una lista exhaustiva.
Recomiendo la Ruta Microvinya del Celler la Muntanya en Muro de Alcoi. También es muy interesante visitar Bodegas Enrique Mendoza en Alfaz del Pi.
Vayan también a ver Viña Elena en Jumilla… Además, el pueblo tiene un museo de lo más recomendable.
También tómense el día y vayan a Fontanars del Alforins… es un pueblo maravilloso… Rafa Cambra hará sus delicias… También hay otra bodega… Fil.loxera i Cía. En Moixent está el Celler del Roure y la Cooperativa de Moixent. En Moixent también está el poblado íbero de La Bastida de Les Alcusses.
Una última delicia es acercarse al Parque Natural de las Lagunas de la Mata-Torrevieja a visitarlo y pasear por los viñedos que tiene dentro… ¡¡si esto estuviese en Francia!!… el bodeguero que está haciendo cosas interesantes allí es Rafa Bernabé.
Hay más, pero pueden empezar por ahí… pido perdón a los que omito. Una cosa importante, no me sean cenutrios… van a la bodega, prueban los vinos, les gustan… pues ¡¡¡compren!!! … el productor debe vivir. Recuerden, el que les ha enseñado la viña, ha abierto una botella para ustedes… vive de vender sus productos.
Lo que he dicho de visitar bodegas es igualmente válido para todo tipo de productos locales… aunque, por supuesto, deben estar buenos… ¡¡no compren una mierda por el simple hecho de que sea local!!
En segundo lugar… PIDAN VINOS DEL TERRITORIO EN EL RESTAURANTE… y si no hay… ¡¡váyanse!! … si no tiene vino del territorio ¡¡les va a engañar!! ¡¡seguro!! Ese “restaurador” ha configurado su carta de vinos en base a distribuidores… y ha puesto el mismo “amor” en la compra de los alimentos… ustedes verán. Les aseguro que los mejores restaurantes del territorio tienen vinos del territorio.
Hablemos un poco del vino de la casa en nuestros restaurantes. A mi juicio es uno de los motivos por los que se toma tan poco vino en este territorio. En Francia e Italia, existía y sigue existiendo, un gusto y una predisposición a tomar vino popular como si fuera la sangre de la propia tierra. Una jarra de tinto, rosado o de blanco anónimo en cualquier bistró francés o en una trattoría italiana forma parte de la mesa. Son los vinos de la casa, en casas como Dios manda. El vino de la casa identifica el estilo y la oferta gastronómica del restaurante a un precio adecuado y si es malo… la imagen del negocio es mala.
Debe ser un vino aceptable cuyo beneficio debe venir dado por el volumen de venta, y ¡¡eso sí!! que mantenga siempre una implicación local o regional. En cambio, en nuestro territorio…. el vino de la casa ¡¡si lo hay!! normalmente aparece con defectos. Son más que comunes las notas de oxidación y de picado, gustos a vino cocido y sulfuroso combinado (regusto metálico) como remedio del posible desastre. Estos rasgos son tan comunes que el consumidor los ha asumido y entiende que un vino barato tendría que ser así… y al pedirlo pensamos si esto es de tu casa… no quiero ni pensar cómo tendrás el váter… y por eso, no los pedimos.
Por eso, en cuanto a consumir vino en los restaurantes, primera recomendación… vayan a restaurantes y bares que tenga un buen vino de la casa y que ese vino de la casa sea un vino correcto… sin personalidad relevante…ligero, fresco, fácil de beber y…lo más importante… sin ningún defecto y por supuesto a un precio decente. Segunda recomendación, la carta de vinos, no vayan a restaurantes en los que la carta de vinos no esté compuesta, al menos en un 70%, por vinos del territorio. Los precios de la carta serán los que serán ¡¡allá cada cual con su negocio y con su bolsillo!! Pero el vino de la casa, al menos un blanco y un tinto, debe cumplir lo que he explicado en los párrafos anteriores.
En tercer lugar, TOMEN VINOS DEL TERRITORIO EN CASA. Comer y cenar con un poco de vino es lo mejor que pueden hacer. Las ventajas para su salud del consumo con moderación de moderación están más que demostradas. Para beber vino no hay que ser experto, hay que tener boca. Por eso, un poco de vino del territorio, de ésos que han comprado en su visita del sábado a una bodega de su zona… ¡¡mejor que agua o que cualquier brebaje de los que hay por ahí!!… o vayan a alguna buena tienda especializada… les diré unas cuantas…LA DESPENSA «LÚPULOS Y TANINOS» (en Benidorm), BODEGAS CHORRO (en Agost), BARDISA o TIZA Y FLOR (en Alicante), LA BOTIGA DEL VI (en Torrellano), BODEGAS CAMPOLUZ (en Elche)… hay algunas más
Vinos del territorio hay muchos y muy buenos… atrévanse… búsquenlos… vinos del Sudeste español. No hagan como el populacho que no sabe nada y toma siempre lo mismo. Incluso peor… toma cualquier cosa…