S
e ha de valorar en su justo mérito el atrevimiento de levantar este proyecto contracorriente de las modas actuales, en el contexto de un Hollywood copado por las adaptaciones de comics, los efectos especiales y las fórmulas de comprobado éxito que se repiten una y otra vez. Aunque, para mí, las intenciones arriesgadas son muy importantes en el arte, no se debe olvidar que los resultados también son muy importantes. Y esta opera prima adolece de defectos que probablemente Goold pueda paliar en sucesivos intentos, siempre y cuando la industria angelina se lo permita.
Y es que hay más de un acierto en esta interesante reflexión sobre la identidad, la verdad y la ética que funcionan como un termómetro moral de nuestro tiempo. Para empezar, un potente arranque prodigio de concisión narrativa que durante la primera media hora nos embarca en una fascinante peripecia vital que compartimos con los protagonistas. El tono, el ritmo, la ambientación se complementan perfectamente con una prometedora historia y unos actores comprometidos con su trabajo. Todo ello hace concebir la esperanza de estar ante el sleeper del año, el tapado, la cinta que viene de tapadillo y se convierte en una de las mejores del año.
Sin embargo, a partir del acuerdo al que llegan los dos protagonistas, la película se detiene, agoniza ante nuestros ojos y sólo se recupera en un desenlace de nuevo potente pero, aun así, inferior al arranque. La trama empieza a dar vueltas sobre sí misma y, lo peor de todo, dejas de tener claro que quiere contarte la película. No se puede decir que se pierda totalmente el interés pero está claro que éste decae.
En otras manos más expertas esta fascinante historia podría alcanzar las cotas de un ‘A sangre fría’ la novela llevada al cine por Richard Brooks, adaptación cinematográfica con no pocos puntos en común con esta historia. Sin embargo, se queda a medio camino y no consigue trascender más allá de sus propios aciertos nada despreciables.
Cuando Michael Finkel, un desacreditado reportero del New York Times, conoce al presunto asesino buscado por el FBI Christian Longo –que se ha apropiado de la identidad de Finkel–, su investigación se transforma gradualmente en un inolvidable juego del gato y el ratón. Basada en hechos reales, narra la incesante búsqueda de la verdadera historia de Longo por parte de Finkel.
Una historia real (A true story). Calificación: 2,5/5
Estados Unidos, 2015 – 100 minutos. – Director: Rupert Goold.– Intérpretes: Jonah Hill, James Franco, Felicity Jones, Ethan Suplee, Gretchen Mol, Robert John Burke, Maria Dizzia.- Thriller dramático.