una propuesta curiosa, arriesgada e inquietante, pero no redonda, en la que el actor pasado a director nos presenta, en su tercer trabajo tras la cámara, un tour de forcé de puesta en escena y utilización del sonido de los más interesantes que nos ha ofrecido Hollywood en los últimos años.
Es cierto que el argumento se puede escribir en una servilleta y que no hay subtexto, pero no es lo que busca Krasinski y, por tanto, resulta totalmente respetable. El joven director ofrece una experiencia emocional, más que una historia, y se atreve a filmar un blockbuster casi mudo donde apenas hay diálogos y los pocos que encontramos se susurran, por lo tanto han de ser subtitulados. Es maravilloso ver una sala llena de gente que no ha visto un film completo subtitulado en su vida obligados a ello… y comprobando que no es tan horrible como pensaban.
La estructura del film es curiosa, pues se compone de una larga presentación de personajes y conflictos (lo mejor) para luego pasar a tres secuencias de acción y tensión complejas que se van intercalando en un notable montaje. El desenlace se intuye, pero no se ve, y el director concluye el film cuando la sombra del tedio asoma la nariz.
Estados Unidos, 2018.- 96 minutos.- Director: John Krasinski.- Interpretes: Emily Blunt, John Krasinski, Millicent Simmonds, Noah Jupe, Cade Woodward, Leon Russom, Doris McCarthy.- CTHRILLER DE INTRIGA Y CIENCIA-FICCION.- Sigue la historia de una familia que vive en una casa en el bosque cuidándose de no emitir ningún sonido. Si no te escuchan, no pueden cazarte…










