L
a Vila Joiosa se prepara para rendir homenaje a uno de sus rincones más legendarios: el Kiboko, aquel bar mítico que marcó a toda una generación en los años 80. Este jueves 12 de junio, a las 21:00 h, se inaugurará el nuevo Parque Kiboko en la Playa Centro, junto al Hotel Allon, en un acto que promete ser un viaje emocional a través del tiempo.
El homenaje, respaldado por el Ayuntamiento y con la presencia confirmada del alcalde Marcos Zaragoza, quiere reconocer el legado del Kiboko como espacio de libertad, diversidad y encuentro. Un lugar donde se gestaron amistades, amores, bailes interminables y una forma de vivir que desafiaba etiquetas.
Como parte del evento, estará presente el equipo de la docuficción Kiboko, dirigida por Noelia Fluxá y Julie-Estel Soard, una producción de JUNO Media que recupera la memoria de aquel rincón irrepetible. La película entrelaza testimonios reales con escenas de ficción protagonizadas por la actriz alicantina Teresa Grau, quien encarna a una cronista que reconstruye el eco del Kiboko en la juventud de entonces. No es solo un relato nostálgico, sino una reflexión sobre los espacios que nos permiten ser quienes realmente somos.
La producción cuenta también con la participación de TAGA Producciones, bajo la dirección de Tania Galán, figura destacada en el cine independiente español. Entre los colaboradores del proyecto destacan el estudio Órbita Sonora y los músicos Tommy y Ovidio López, responsables de una banda sonora que bebe del alma de los 80.
Kiboko está ya en su fase final. Tras cerrar el guion, grabar las entrevistas y registrar las escenas clave, el equipo lanzará el próximo 17 de junio una campaña de micromecenazgo con la que esperan culminar las dos jornadas restantes de rodaje y la posproducción. El documental cuenta con el apoyo institucional del Ayuntamiento, que ya ha cubierto el 48 % del presupuesto, y con la colaboración de Vila-Diversitat, colectivo que trabaja por los derechos LGTBIQ+ en el municipio.
La historia del Kiboko no es sólo la de un bar. Es la de una comunidad que se atrevió a vivir sin miedo, con música, estilo y una inmensa libertad. Este homenaje y la película que la acompaña buscan que su espíritu siga latiendo, ahora también, en la pantalla y en el corazón de La Vila.










