El Museo de la Universidad de Alicante (MUA) ha inaugurado la exposición virtual Vidas transformadas, integrada por diez obras que han sido seleccionadas de entre las presentadas a la convocatoria internacional del mismo nombre. El jurado ha elegido las creaciones de diez artistas: Carlos Balsalobre; Ernesto Cartagena; Miguel Hache; Aarón Izquierdo; Erika Landfords; Elena Martínez; Juan F. Navarro; Luisa Pastor; Rosa Ripoll e Inés Schaikowki.
Los organizadores señalan que “el grupo de artistas seleccionado en esta convocatoria comparte sus vivencias y nos hace partícipes de su forma de afrontar, creativa y conceptualmente, este tiempo de mudanza: la soledad y reclusión, la traslación de relaciones y hábitos al mundo virtual, la transformación de nuestros paisajes físicos y emocionales o el carácter vulnerable y efímero de la existencia”.
El MUA, fiel a su compromiso con la realidad social, lanzó en junio esta convocatoria internacional con el objetivo de convertirse en un espacio de reflexión sobre el cambio de paradigma vital que ha provocado la aparición del Covid-19, y abordar esta reflexión a partir de temas como la vida, la muerte, la dolencia, el mundo presencial, el mundo virtual, la vulnerabilidad, el confinamiento, la prohibición, la distanciación social, la solidaridad, el poder, la soledad, el tiempo, la globalización, el espacio público, el espacio privado, la sanidad, la enseñanza, la comunicación o la dialéctica seguridad/libertad, entre otros.
Según sus organizadores, los museos contemporáneos deben concebirse como centros de producción y divulgación de conocimiento pero, aún más importante, como espacios donde se propicia la creación de sentido crítico en conexión con lo que acontece. Y este tiempo de pandemia ha demostrado, como afirmaba Louise Bourgeios, que “el arte es garantía de salud mental»; cuando la vida duele, el arte nos rescata, nos ayuda a sobrevivir en situaciones complejas, nos aporta consuelo y refugio, nos conecta con la realidad, ayudándonos a entender mejor el mundo y a nosotros mismos; en definitiva, supone un compromiso con la verdad y con los otros.