Gran Mesa - © Paco Alberola.

En la ciudad italiana de Venecia, durante el mes de septiembre, se está celebrando el evento artístico HOMO FABER, que reúne a 400 autores artesanos creadores de 70 nacionalidades diferentes. Está organizado por la Michelangelo Foundation for creativity and craftmanship, una institución sin ánimo de lucro con sede en Ginebra, que promueve la artesanía en todo el mundo con el objetivo de favorecer un futuro más humano, inclusivo y sostenible. El evento bienal al que nos referimos es su proyecto puntero: es el punto de encuentro de la artesanía contemporánea, titulada como «HOMO FABER 2024: THE JOURNEY OF THE LIFE», que en su tercera edición está bajo la dirección artística de los italianos Luca Guadagnino y Nicolo Rosmarino.

Durante todo el mes se puede disfrutar de esta gran exposición que, sin salir de la isla de San Giorgio, enfrente mismo de la Plaza de San Marco, al otro lado del gran canal, muestra una copiosa y exuberante colección de arte contemporáneo, compilación y muestrario internacional de creadores y creaciones.

Una de las project manager de la bienal 2024 es Sara Soler, una joven y eficiente profesional nacida en Elche, hace tres décadas aproximadamente. Ella nos recibe entusiasmada, nos acompaña en el recorrido, a la par que cuida y resuelve las pequeñas ocurrencias que surgen en el momento a momento de cada día, en una organización de tal calibre.

Nos conduce con templanza a través de varias salas (son diez pabellones extensos dentro de la Fundación Giorgio Cini, en la isla San Giorgio): el periplo que se nos propone es complacerse en el “viaje de la vida”, desde el inicio de la consciencia del ser –iniciado con el juego de La oca- hasta los últimos momentos, justo antes de que el aliento vital finalice.

Los pabellones, a modo de cordón umbilical, nos van conduciendo como si de otra Divina Comedia se tratara –Dante-, por ambientes, espacios, colores, texturas, objetos, aparejos, o útiles como esculturas, pinturas, bordados, máscaras, tallas, telares, lámparas, espejos, texturas, proyecciones, sensaciones…a través de un universo concentrado en lo artístico y lo artesanal en el que el visitante se siente parte y todo, no solo en el hoy de la visita, sino en el ayer de la vivencia y en el mañana impredecible del futuro.

Sara Soler nos guía, y nosotros, encandilados entre tanta belleza cosmopolita, nos dejamos llevar por pasillos ancestrales en los que la humanidad respira al unísono, a un mismo ritmo, con la misma cadencia, con la misma esperanza. En algún lugar de la considerable exposición, a través del cordón umbilical que decíamos antes, quizás se encuentra un eslabón perdido que podría conectar con otros eventos ancestrales como el Misteri d´Elx, el Cantar de Mío Cid, o el particular Don Quijote de la Mancha (por citar algún aspecto patrimonial particularmente hispánico).

Uno piensa que es posible que algo de aquellos autores artesanos que los hicieron posible haya llegado a nosotros;  o esté contendido por allí, sin saberlo; quizás esa reminiscencia o evocación sea inmaterial y se encuentre en lo espacial, en lo temporal, en lo heredado, quizás sea material, y se plasme a través de ciertas figuras o formas de la materia expuesta , o en los ritmos, o en los vacíos o huecos efímeros, en los encuadres escenográficos sinuosos que nos acogen y nos envuelven en nuestro itinerario caleidoscópico… Lo cierto es que algo admirable impregna los diversos ambientes.

Les invito a que se acerquen a disfrutar la HOMO FABER, sea ahora, sea en la próxima bienal en el año 2026. No les defraudará.

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Actor, director de escena, docente y autor. Doctor por la Universidad de Murcia. Ex profesor de la Escuela Superior de Arte Dramático de Murcia. Ex director artístico del Festival Medieval de Teatro y Música Medieval de Elche.

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