La proliferación descontrolada de plásticos en el medio marino y terrestre se ha convertido en una de las grandes amenazas para el Medio Ambiente. Los plásticos pueden tardar décadas en descomponerse y uno de los principales problemas reside en que con el tiempo éstos se convierten en microplásticos, invisibles para el ojo, que al ser consumidos por los peces pasan a la cadena trófica, con las previsibles y todavía desconocidas consecuencias para la salud humana.
Sin ánimo de demonizar los plásticos, cuya utilidad para la conservación de los alimentos y otros fines es incontestable, una alternativa a ciertos usos que se da a estos materiales es un tipo de plástico que se descompone en contacto con el agua, biodegradable e inocuo, que una empresa valenciana, Plásticos Hidrosolubles S.L., está fabricando con gran éxito de demanda en Europa, Estados Unidos y América Latina.
Rafael Gabeiras, consejero de la compañía, se encuentra en Alicante invitado por Casa Mediterráneo para hablar sobre este tipo de plásticos en el marco del ciclo ‘Empresas innovadoras del Mediterráneo’. La cita será el lunes 12 de febrero a las 12:00 h. en la sala de conferencias de la Cámara de Comercio de Alicante, en un acto abierto al público. Rafael Gabeiras mantuvo una entrevista con AlicanteMag en la que nos explicó las ventajas de los bioplásticos, sin caer en la demagogia ni menospreciar la utilidad de los plásticos tradicionales.
He leído que los plásticos pueden tardar hasta 500 años en descomponerse.
Yo creo que eso es una exageración. Depende de los materiales, unas veces tardan décadas y otras casi un centenar de años. Piénsalo fríamente, coge un clavo de hierro, ¿por qué se deteriora? Por la erosión, oxígeno y agua. Y si está en el lecho del mar o de un río, por rozamiento. El problema sigue siendo grave, pero en ocasiones la visión demasiado ecologista hipertrofia el mensaje y lo hace excesivamente exagerado. ¿Puedes encontrar un plástico que tarde 500 años? Tendríamos que verlo tú y yo, porque es una prueba diabólica, ninguno de nosotros puede comprobarlo. Es muy fácil lanzar esos mensajes, porque nadie los va a probar.
¿Cuál es el problema de los plásticos?
El problema de los plásticos no es la contaminación ambiental. Porque lo que se ve y lo que se mide es muy fácil de gestionar. El problema es que ese plástico, cuando se ha deteriorado queda reducido como una piedra en la arena de la playa. Tendríamos minúsculos trocitos de plástico, que pasan a formar parte, por adherencias, a animales vivos en la ingesta alimentaria de pequeños peces, a los que se comen los peces medianos y luego llega el gran pez de todos, que somos los humanos y nos lo comemos. Inevitablemente, el problema que falta por medir es cuál es el impacto de esos trozos minúsculos de plástico en la cadena alimentaria. El contaminante más difícil de gestionar es el que no ves. El microplástico no se ve y desde luego el pez no lo distingue.
Tenemos un caso muy curioso, dentro de su gravedad. En la construcción de una plataforma submarina -se construye hormigón dentro del mar- para separar el molde del encofrado utilizaban plásticos convencionales. Iban buzos a retirarlos y uno de ellos se ahogó, porque se quedó envuelto en una enorme sábana de polietileno y no pudo salir.
Nos pidieron que estudiáramos la utilización de plástico hidrosoluble para la confección de los encofrados. ¿Por qué? Primero, porque se ahorraban el coste del buzo, que es enorme. Y segundo, porque las formulaciones que podemos fabricar permiten disoluciones a menos temperatura, a más temperatura, más lentamente, más rápidamente. Entonces, como el tiempo del encofrado y de la fragua del hormigón está medido, se diseña un plástico que sea hidrosoluble pero que aguante el tiempo mientras el hormigón fragua.
¿Qué importancia tiene la biodegradabilidad de los plásticos que fabrica su empresa?
Lo importante no es la hidrosolubilidad, sino la biodegradabilidad. Porque si un material es hidrosoluble, pero no es biodegradable, y es tóxico, es una bomba. Nuestro material es hidrosoluble, biodegradable e inocuo, o sea, se disuelve, se biodegrada y no es tóxico. Todos nuestros plásticos tienen estas tres cualidades.
Pero tampoco hay que decir que como es hidrosoluble y biodegradable voy a disponer de él y entonces lo voy a tirar libremente, no. Porque hay una contaminación que es visual. Por eso es muy importante que se combinen ambos factores: lo que se ve se puede gestionar, lo que no se ve no se puede gestionar. Y yo tampoco soy partidario de demonizar a los plásticos. Porque yo creo que los plásticos no contaminan, contaminan las personas. Es el ser humano, el que haciendo una utilización incorrecta de un material o disponiendo de un residuo, el que lo hace mal.
Imagínate la distribución alimentaria en una ciudad como Alicante, con unos 300.000 habitantes, hecha como en el siglo XVIII sería imposible, tendríamos colas en todas partes, hambrunas, porque no llegarían los alimentos, etc. etc. Los materiales plásticos utilizados en embalajes lo que permiten es una distribución alimentaria fantástica y alargan la vida del producto, con lo cual lo abaratan muchísimo. Cuando se habla de estos temas, a veces la gente es demasiado frívola. Quiero decir con esto: yo no voy a alabar mi producto, porque ya se alaba por sí mismo. Pero lo que no voy a hacer es demonizar el de otros.
Según datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente de España, sólo el 35% de los recipientes de plástico se deposita en los contenedores adecuados de reciclaje. ¿Falta conciencia ambiental en la población española?
Se hacen demasiadas prohibiciones y se invierte poco en educación. Es precisa una buena gestión de los residuos, que son inevitables en una sociedad desarrollada, porque la distribución alimentaria y de los bienes de consumo no sería posible sin los embalajes adecuados y éstos no son un capricho, abaratan el producto y lo hacen llegar a las personas que lo demandan. Y éstas pueden ser muy ricas o muy pobres, pero en el momento en el que nosotros pongamos trabas, siempre será el sector más pudiente el que salga del problema y el sector menos pudiente el que pague las consecuencias.
Entonces, ¿pueden convivir perfectamente ambos tipos de plásticos?
Deben convivir. Muchas veces no es necesario que el gestor prohíba, casi siempre el consumidor, si está adecuadamente educado, y la industria, si es lo suficientemente responsable, buscarán una solución que funcionalmente sea mejor que la anterior.
¿Dónde se encuentra radicada Plásticos Hidrosolubles S.A. y a qué países exporta sus productos?
La planta se encuentra en la localidad valenciana de Rafelbunyol. La mayor parte del producto se exporta al extranjero. Curiosamente, nadie es profeta en su tierra. Estamos vendiendo en Francia, Holanda, Dinamarca, Suecia… En Estados Unidos tenemos ahora un proyecto muy grande que si nos sale va a ser importantísimo. Somos una empresa muy pequeña todavía, pero estamos creciendo en casi tres dígitos la facturación.
¿Qué usos tienen los plásticos que fabrican?
Este plástico hidrosoluble, biodegradable y no tóxico ¿va a ser más utilizado porque los consumidores lo demanden? Probablemente no. Va a ser utilizado por la cualidad intrínseca del producto, porque funcionalmente cumpla mejor que aquél al que sustituye. Te voy a poner un ejemplo: una bolsa de plástico no biodegradable, vas a un supermercado y te la dan por cinco céntimos. Esa bolsa tiene que tener, si queremos ser sensatos, algo de durabilidad. ¿Para qué? Para que pueda ser reutilizada. Esa bolsa de plástico, si sales y está lloviendo no puede ser hidrosoluble. El consumidor tiene que ser consciente de que una bolsa de plástico que tiene una durabilidad determinada debe ser reutilizada. Por eso están cobrando cinco céntimos, para que la gente se convenza, le dé un valor y la reutilice.
Hay dos fuentes fundamentales de plásticos biodegradables: el hidrosoluble y otros plásticos procedentes de materiales orgánicos, principalmente el maíz y la patata. A mí, personalmente me parece un pecado contra la humanidad utilizar material orgánico alimenticio en la fabricación de materiales biodegradables, porque los países civilizados estamos lavando nuestra conciencia medioambiental, utilizando un material orgánico, generando una demanda, que lo que hace es encarecer un producto alimenticio básico. En otros países menos desarrollados el maíz sube de precio un 10% porque hay unos fabricantes que lo están destinando, no a alimentación, sino a la fabricación de plásticos orgánicos. Hay algo de hipocresía y de paradoja en este planteamiento.
¿Qué es lo que sucede? Que el consumidor no lo sabe, porque no todo el mundo tiene que saber de todo. Pero el gestor, el responsable político o administrativo debe conocer estas cosas para que la tendencia sea: vamos a cobrar cinco céntimos por una bolsa, cuya cantidad es irrisoria, porque tampoco se educa en un día. Hoy en día, muchas personas ponen el cartón, el vidrio, el plástico, lo orgánico, las pilas… en su contenedor. Si echamos la vista atrás y pensamos cómo nos comportábamos hace 20 años… No hay que ser pesimistas, se va avanzando y mucho. ¿Dónde hay más plásticos, paradójicamente? En las sociedades menos consumistas, en los países subdesarrollados. En África, con una renta per cápita que es el 10% de la europea, es tremendo la cantidad de plástico que hay. La necesidad del individuo es muchísimo más perentoria que la preocupación por el Medio Ambiente. Normalmente, toda la conducta del ser humano viene acompasada.
Yo no utilizaría jamás una bolsa de plástico hidrosoluble para un supermercado. Pero sí para otros usos mucho más funcionales, como para introducir las sábanas o las toallas de un hospital en las lavanderías, sin necesidad de tocarlas, evitando así cualquier riesgo de infección. Del mismo modo este tipo de plásticos se utiliza en las monodosis del detergente para lavadoras y lavavajillas, que contienen la cantidad justa necesaria para no gastar más de lo debido y que la máquina no se dañe.
Los plásticos tienen una vida muy efímera, tanto como embalaje de queso como en un aplicador de rímel. El plástico es un material que ha sustituido los metales, porque es mucho más barato y tiene una vida muy corta. El plástico hidrosoluble tiene funcionalidad y es perfecto en su diseño y utilización cuando está en contacto con el agua. Su propio uso determina su reciclado.
Explíquenos las virtudes de los plásticos biodegradables al convertirse en compost.
Este material está certificado como compostable por un instituto, el más exigente de Alemania. Hacen dos pruebas fundamentales durante 90 días: con compost patrón, compost del plástico hidrosoluble y una mezcla de ambos, y no se aprecia la diferencia.
Uno de los usos que se le puede dar es en el mundo de la caza. En España se disparan al año 400 millones de tiros. Al disparar, los tacos salen despedidos 40 metros y son imposibles de controlar. 160 toneladas métricas se tiran cada año al Medio Ambiente, al llover van al río y de ahí al mar y tardan décadas en deteriorarse. Somos el único fabricante mundial que es capaz de inyectar piezas de plástico hidrosoluble. Ahora mismo tenemos un proyecto interesantísimo en Dinamarca para que todos los tacos del país se utilicen con este tipo de plástico, al que se llamado ‘Green Shoot’ (disparo verde).
Más información, en la web de Plásticos Hidrosolubles.