Una de las películas del año y que va a arrasar en la categoría de mejor película internacional en todas las paradas de la temporada de premios cinematográficos.
Estamos, sin duda, ante un film importante y de nivel que trata de manera muy sensible temas profundos que afectan a los seres humanos de forma universal. Dividida en varias partes, en mi opinión, la más sublime es el largo prólogo de 40 minutos que antecede a los títulos de crédito, aunque, por la forma narrativa de cocción lenta, el espectador toma conciencia de la grandeza de esta presentación cuando se van revelando los significados ocultos de todo lo que vio anteriormente. No son revelaciones al estilo thriller psicológico al uso, ni mucho menos, si no que se revelan las emociones durante mucho tiempo contenidas.
También es muy interesante la subtrama del personaje coreano que se comunica por lenguaje de signos y la entrada en escena de la chofer que acompaña al protagonista en sus traslados. Para entender la propuesta narrativa del film basta con señalar que la relación entre estos dos personajes aparece como la central en todas las sinopsis del film. Y, efectivamente, es una relación capital en la cinta pero… ella no aparece en pantalla hasta mitad del film y la relación entre ellos no arranca hasta las dos horas.
Sin embargo, he de reconocer que las largas secuencias de ensayos y representaciones teatrales no me llegaron a enganchar. Seguramente por mi incapacidad analítica, no llegué a encontrar su sentido último en la narración y el supuesto juego de espejos entre la representada ‘Tío Vania’ y la trama del film que nos ocupa me pareció poco sólido. Quizá sea demasiado sutil para mí.
Aún así, una cinta recomendable, para tomarse con paciencia y dejarse llevar por un ritmo narrativo que nada tiene que ver con las series y películas comerciales.
Esta película se estrenó en cines el 4 de febrero y está nominada a cuatro oscars, siendo la gran favorita en la categoría de Mejor film internacional.
Pese a no ser capaz de recuperarse de un drama personal, Yusuke Kafuku, actor y director de teatro, acepta montar la obra «Tío Vania» en un festival de Hiroshima. Allí, conoce a Misaki, una joven reservada que le han asignado como chófer. A medida que pasan los trayectos, la sinceridad creciente de sus conversaciones les obliga a enfrentarse a su pasado. (Fuente: FILMAFFINITY)