Aquellos lectores que estén familiarizados con Cronenberg y su “cine de la nueva carne” ya sabrán a qué atenerse. Unos acudirán corriendo a la sala más cercana donde se proyecte y otros huirán en dirección contraria a dicho cine no vaya a ser que por error acaben sentados frente a unas imágenes turbadoras y desagradables que nadie tiene por qué ver si no les apetece. Los que no sepan de qué les hablo, pueden adentrarse en ese universo pero, siempre, bajo su propia responsabilidad.
El autor de Crash o Existenz vuelve, después de dos décadas más centrado en los dramas psicológicos y en los thrillers aunque sin perder su esencia, al vínculo entre hombre y máquina y a la fijación en las entrañas -literales- del ser humano como objeto central de su discurso artístico y cinematográfico.
En mi caso, casi siempre me fascina cómo el veterano director canadiense es capaz de imaginar narraciones con un texto que nunca hubiera sido capaz de imaginar (y que, en principio, me atrae poco o nada) para hablar de temas que sí que fascinan enormemente: la transformación corpórea hasta límites extremos, la posibilidad de una adaptación del cuerpo humano a nuevos ecosistemas, la búsqueda de la desaforada excitación sexual a partir de la exploración del exterior y el interior de los cuerpos -aquí Cronenberg reflexiona claramente sobre los derroteros por los que circula el porno actual-, la forma en que un entorno medioambiental corrompido afecta negativamente a nuestra biología o los límites de la experimentación científica.
Todo ello lo conjuga con su proverbial capacidad para crear narraciones extremadamente atmosféricas y para obtener de los intérpretes trabajos de una entrega total.
Es cierto que algunos aspectos del relato quedan sin aclararse, que el ritmo decae en la última media hora final y que, si no se entra en la propuesta, puede parecer sólo un film asqueroso o, peor todavía, ridículo. Pero en un contexto cinematográfico tan rutinario como el actual se agradecen propuestas locas como esta.
Esta película se estrena hoy, viernes 23 de septiembre de 2022, en cines.
Título original: Crimes of the future. Canadá-Grecia-Reino Unido-Francia, 2022.- 107 minutos.- Director: David Cronenberg.- Intérpretes: Viggo Mortensen, Léa Seydoux, Kristen Stewart, Scott Speedman, Welket Bungué, Don McKellar, Lihi Kornowski, Tanaya Beatty, Nadia Litz, Yorgos Karamihos, Yorgos Pirpassopoulos, Denise Capezza, Ephie Kantza, Jason Bitter.- DRAMA DE CIENCIA-FICCIÓN.
Cuando la especie humana se adapta a un entorno artificial, el cuerpo humano es objeto de nuevas transformaciones y mutaciones. Con la ayuda de su compañera Caprice (Léa Seydoux), Saul Tenser (Viggo Mortensen), célebre artista performativo, escenifica la metamorfosis de sus órganos en espectáculos de vanguardia. Timlin (Kristen Stewart), una investigadora de la Oficina del Registro Nacional de Órganos, sigue de cerca sus prácticas. Es entonces cuando un grupo misterioso aparece: desean aprovechar la fama de Saul para revelar al mundo la próxima etapa de la evolución humana. (Fuente: FILMAFFINITY)