Hay películas para todos los públicos y cintas como la que nos ocupa que tienen más difícil acceder a grandes cantidades de espectadores, pues tanto su temática como su tono y ritmo están bastante alejados de los gustos mayoritarios.
El debut en la dirección del cincuentón Cooke, formado en series de televisión como The Hollow Crown, se salda con un trabajo elegante que se toma su tiempo en llegar al meollo de la historia, al contrario de la tendencia actual, mostrando su nulo miedo al riesgo y, por otro lado, tomando una decisión artística totalmente coherente con la escala de valores y prioridades de la pareja protagonista y, muy especialmente, su entorno.
Basado en una novela del autor de la también llevada al cine, Expiación, el film es una brillante reflexión sobre diversos aspectos. A saber:
-Hasta qué punto todos somos hijos de nuestro tiempo y sus costumbres y moralidad, desmontando la falaz ilusión de libertad absoluta en nuestras decisiones y formas de actuar ante las relaciones sociales, sexuales, laborales…
-La imposible empatía total con el otro pues por inexperiencia, falta de herramientas y habilidades o puro y comprensible egoísmo, no podemos ponernos siempre ni en su totalidad en el lugar del otro.
-Los terrores familiares cotidianos que sufren debido a las diferentes posiciones de poder dentro de ese ámbito tan necesario como, en ocasiones, terrorífico.
Todos estos asuntos llevan a un conflicto latente que, cuando estalla, lleva al film a territorios sublimes en secuencias como ATENCION SPOILER la del intento de consumación del matrimonio, la conversación en la playa rodada con una memorable profundidad de campo o los dos saltos en el tiempo donde las consecuencias de por vida de las dos secuencias anteriores se hacen definitivamente latentes
Estados Unidos, 2017.- 110 minutos.- Director: Dominic Cooke.- Intérpretes: Saoirse Ronan, Billy Howle, Emily Watson, Anne-Marie Duff, Samuel West, Adrian Scarborough, Bebe Cave, David Olawale Ayinde, Philip Labey. DRAMA.- Inglaterra, 1962. Florence y Edward, tienen poco más de 20 años. Ella de clase media alta, él de clase baja. Inocentes, vírgenes y enamorados cuando aún no se había publicado el primer LP de los Beatles y “El amante de Lady Chatterley” estaba prohibido, se casan y van a pasar su primera noche de bodas a un hotel, junto a la famosa Chesil Beach. Lo que sucede esa noche, entre sus palabras y sus silencios, cambiará sus vidas para siempre.
