Rock’n’roll internacional hoy en Las Cigarreras con Giuda y The Dunhill Blues

E

n los 80 – década injustamente maltratada en muchos aspectos de la cultura – se estableció definitivamente el eclecticismo en la música de masas. Más de un teórico dirá que los conceptos musicales dejaron de transformarse en ese punto y que partir de ahí sólo progresaron las formas. No se puede discutir, porque las dos décadas siguientes han consistido en llevar el mestizaje a los límites, en reformular las convenciones y en rescatar y modernizar sonidos que ya se suponían pasados.

Esto puede parecer una afiliación al sentimiento del tempus fugit, pero es todo lo contrario. Una de las grandes cualidades de los últimos veinte años de música ha sido restablecer lo excitante de géneros que van camino de cumplir medio siglo. Y es aquí donde toca agradecer el granito de arena que han puesto bandas como las que este martes 25 a las 21 h. actuarán en la Caja Negra del centro cultural Las Cigarrera en Alicante, de la mano del colectivo Santa Leonor.

Será una velada para reencontrarse con géneros que parecen lejanos en el tiempo, pero que nunca estarán perdidos

El apogeo del glam en los 70 se debe a artistas tan maravillosos como T.Rex, David Bowie, los New York Dolls, Roxy Music o – los infravaloradísimos – Sparks. En los 80, el glam metal se interesó más en la pose y el maquillaje que en la creatividad artística. Por eso, bandas como Giuda suponen un gran alivio. Ritmos para sudar y estribillos para corear, con toda la grandilocuencia del glam pero sin soberbia: como si los mamarrachos de Mötley Crüe nunca hubieran existido. Esta formación procedente de Roma presentará en el escenario alicantino su segundo disco titulado “Let’s do it again”, editado hace ya un año.

Para hablar de The Dunhill Blues hay que hacer mención a varios géneros, ya que su apuesta no es homogénea. Por dominancia sónica habría que encuadrarlos en el revival garage, un género que hace unos años era considerado el salvador del rock. Sin embargo, no tienen que ver tanto con The White Stripes o The Strokes como con, por ejemplo, Grinderman. Su espectro sónico cubre desde el rock’n’roll primitivo hasta el blues eléctrico más contundente, siempre con una pátina punk. En Las Cigarreras, este cuarteto australiano tocará las canciones de su tercer álbum “Hulacide!” que publicaron el pasado 2013.

Será una velada para reencontrarse con géneros que parecen lejanos en el tiempo, pero que nunca estarán perdidos. No mientras haya bandas que los refresquen y los cultiven con artesanía. Quizás la música ya no tenga mucho margen para la evolución, pero eso no impide su disfrute.

Las entradas para este concierto valen 12 € en venta anticipada y 15 € en taquilla.