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La Senda del Poeta 2023, una jornada después

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La Senda del Poeta - © Paco Alberola

Desde Orihuela hasta Alicante, durante tres días, discurre La Senda del Poeta. Bajo la luz plural de los azahares, ha habido tiempo para hablar de Cervantes, de Milán y Pompeya, de Rembrant, de los Reyes Católicos y la Reconquista, de los moriscos, del Valle de Ricote y del Quijote, de playas y sierras, de agrios huertos, azules limoneros, de solanas y umbrías, de aguas termales y baños como el de Archena, del torero Esplá y del torero Villalta –El torero más valiente-,  del arte del toreo y del arte del toro –negro toro, luto articulado / y tumba de la espada-,  de las banderillas, del espetón y de la estocada,  y de cómo el toro va al caballo, del circulo en que se divide la plaza, de las heridas en el toro cuando entra la filosa hasta la cruz de la empuñadura, y de las del torero cuando el pitón devasta  y arrasa –ahí se igualan-, del espacio del encuentro, tanto en la plaza –toro y torero-, como en la esgrima -los adversarios-, de estrategia de combate o toreo y de la parte inefable entre el toro y el torero, de la hermosura de los caballos y, otra vez, del toro –ínsula de bravura-, que lleva escrita en la testuz la palabra muerte.

La Senda del Poeta – © Paco Alberola

Ha habido tiempo para hablar de calzado –las desiertas abarcas-; del peso en la mochila y cómo influye en la pisada –imagen de tu huella-; y de aquella historia de las estupendas y carísimas zapatillas que, compradas por un peregrino del camino Santiago, al día siguiente le desaparecieron como por arte de magia, y en su lugar encontró un par usadas y viejas; y cómo, gracias a la intervención de la divina casualidad, se descubrió que la desaparición no era milagro, como tampoco lo fue el que ese mismo día las zapatillas regresaran a los pies de su verdadero y único dueño, sin que interviniera ni Santiago ni ningún otro santo; también, del refrán “cuando esta gallina cante (y está asada) será verdad lo que dices”, y cómo, efectivamente la gallina cantó y el joven al que se le acusaba de haber deshonrado a la hija de los posaderos fue absuelto de las terribles acusaciones…

Hemos hablado de La última cena de Leonardo da Vinci, pintura en la que trata el momento justo en que Jesús comunica a sus apóstoles que uno de ellos le va a traicionar, y cómo cada uno muestra una reacción distinta: Pedro empuñando un cuchillo pide saber quién es, y Judas a su lado evade la mirada y oculta una bolsa con las monedas delatoras.

La Senda del Poeta – © Paco Alberola

También, claro está, hemos hablado de poesía y de teatro; de aquellos poetas y autores,  que hemos paseado por la campiña de la huerta del Segura, como Calderón –La vida es sueño-, Tirso de Molina –El burlador de Sevilla-, Shakespeare -La tempestad-, Don Juan de Zorrilla, El caballero de Olmedo de Lope, Mozart y Salieri de Pushkin –encargo que recibió Mozart para componer el Requiem, la popular y magnífica Misa de difuntos que no consiguió acabar-, La Divina Comedia de Dante y hasta El viaje a Ítaca de Kavafis… E igualmente de lugares como el Gran Teatro de Elche, el Teatro Circo de Orihuela, o el Teatro Principal de Alicante, en los que el 27 del corriente se habría celebrado el Día Mundial del Teatro.

Ha habido tiempo en estos días para hablar de lo que le ocurrió a aquél que fue a visitar la Cueva de Montesinos, allá en las lagunas de Ruidera, y se encontró con un paisano esperándole con dos linternas en mano, que todo parecía arte de brujería… Hemos hablado del verso y la prosa del bardo oriolano y de su teatro, Teatro en la  Guerra: Los sentados, El hombrecito, El refugiado, La cola; del teatro de su primera época –Quién te ha visto y quién te ve, auto sacramental- y de las obras en que tomando como referencia nuestro Teatro del Siglo de Oro escribe, como son Pastor de la muerte, Hijos de la piedra o El labrador de más aire, una creación cercana a El caballero de Olmedo, de Lope. Y también, evidente, de El Misteri d´Elx, representación litúrgica arcaica, de origen medieval.

La Senda del Poeta – © Paco Alberola

Pasando por Cox, Callosa, Albatera y otras, ha habido tiempo para hablar del mimo con que es tratado nuestro poeta, especialmente en los días de la Senda; de cómo se implican niños, jóvenes, adultos y ancianos, para decir una palabra suya, o un verso, o un poema; su producción poética da para que cada uno encuentre sus palabras: Todas las casas son ojos, eligió una joven argentina, pasando por Elche o Rebolledo. Ha habido tiempo sin prisa, sin carreras ni agobios, sin colas, sin pedir la vez, ni pedir cita, sin esperas ni pausas; sin tener que justificar currículo, ni aportar documentos, a plena luz, con viento, al albor, entre palmeras –oasis de beldad a toda vela / con gargantillas de oro en la garganta-, en naturaleza, respirando un aire panificador…, paso a paso compartiendo vocablo y mensaje, palabra, sombra y espantapájaros –aire de mendigo,/ meseguero incorpóreo– y esquivos cohetes que, en curso fugaz de geometría, asustan pajaricos y senderistas.

El campo temprano huele a campo; y a la hora del gallo, bonete / dentado de amaranto, anuncia el día, ha habido tiempo y olfato para las alcachofas, habas, limoneros y naranjos, la flor de azahar y la flor del almendro –aunque no huele- y para la higuera –mínimas botas de morados vinos– ya brotando; y para el cañaveral y el carrizo…

Por la Senda, temprano, merodea la poesía del compañero del alma, Miguel, extendida desde Oriola hasta Alicante.

¡Salud y Teatro!

Paco Alberola

1 COMENTARIO

  1. Qué feliz encuentro ha propiciado el camino hernandiano. ¡Que soplen los «vientos del pueblo»! Qué gusto si nos arrastran por los ruedos, por las plazas… Alberola&Villalta, esto no se para ^^

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