Ciudades tan dispares como Alicante, Venecia, la pequeña ciudad noruega de Bodø, más allá del Círculo Polar Ártico, junto con las regiones (también costeras) de Flandes, en Bélgica, y Frisia Oriental, en Alemania, se aliaron en 2020 en un proyecto conjunto para definir las estrategias del futuro que les permitan abordar los retos de la gestión del agua: el proyecto B-WaterSmart.
Bajo el lema “Building a water-smart society and economy”, B-WaterSmart es el nombre de un proyecto europeo coordinado por IWW Water Centre (Alemania), que cuenta con la participación de 36 socios de diferentes países europeos, entre ellos, Alicante a través de la empresa mixta Aguas de Alicante, y que está destinado a desarrollar tecnologías inteligentes y soluciones basadas en la economía circular.
Para implementar estas soluciones en el ámbito del sector del agua, su objetivo es el desarrollo de soluciones técnicas y digitales, así como de modelos de negocio que permitan acelerar la transformación hacia una sociedad y economía basadas en una gestión inteligente del agua, mediante la reducción del uso de agua dulce, la recuperación y reutilización de recursos y el incremento de la eficiencia en el uso del agua.
Alicante, sede del primer encuentro plenario
Después de más de tres años de trabajo de un proyecto que arrancó en plena pandemia, con las dificultades lógicas de coordinación, los próximos días 18 y 19 de septiembre cerca de un centenar de personas se darán cita en el Espacio Séneca de Alicante en el marco de la primera reunión plenaria del proyecto. Todas ellas, procedentes de las 36 entidades y organizaciones de toda Europa que impulsan B-WaterSmart (Portugal, Italia, Alemania, Noruega, Bélgica, Holanda y Grecia).
Con la celebración de este plenario, se reunirá a todos los integrantes del proyecto de cara a exponer las conclusiones obtenidas hasta ahora en los diferentes proyectos pilotos implementados en diferentes ciudades, así como a intercambiar experiencias en materia de tecnología, gobernanza, sociedad y ciudad.
“Se trata de una oportunidad única en la que investigadores y profesionales de toda Europa se reunirán en nuestra ciudad para definir las estrategias que serán clave para la gestión inteligente del agua en las próximas décadas”, ha declarado Ignacio Casals, responsable de Innovación de Aguas de Alicante.
“El hecho de que Alicante acoja y sea parte de un proyecto europeo tan ambicioso como el B-WaterSmart nos sitúa a la vanguardia de la innovación en el ciclo hídrico y demuestra nuestro compromiso con la sostenibilidad de los recursos. Nos da la ocasión de discutir, desde perspectivas muy diversas, retos y propuestas para un futuro que urge abordar desde este mismo momento”, ha concluido Casals.
“Alicante living lab”, espacio para la innovación en reutilización de agua
Si algo tienen en común las experiencias en los países participantes, es la práctica de integrar en el proceso a todas las partes interesadas desde el primer día: consumidores, industrias, agricultura, Administración… bajo el enfoque de los denominados “living labs” en los que el proceso participativo, organizado en comunidades de prácticas, resulta fundamental para identificar las barreras, las prioridades y las oportunidades. Seis regiones costeras de Europa están sirviendo como “laboratorios” del proyecto. Entre ellas, Bodø (Noruega), Flandes (Bélgica), Lisboa (Portugal), Frisia Oriental (Alemania) y Venecia (Italia), junto con Alicante.
Cetaqua (Centro Tecnológico del Agua) es coordinador del “Alicante living lab”, el primer espacio de innovación en España para la reutilización de agua y la identificación de oportunidades de economía circular en la región. Aguas de Alicante, además de poner a prueba un amplio conjunto de tecnologías innovadoras para mejorar la sostenibilidad de su estación depuradora de Rincón de León, es también nexo entre los grupos de interés en el ámbito del agua regenerada. Por su parte, la Cátedra AQUAE de Economía del Agua, que desde sus orígenes en 2013 ha centrado sus esfuerzos en avanzar en la investigación sobre la gestión sostenible del agua, lidera el estudio de modelos de negocio, para asegurar la viabilidad de las oportunidades circulares detectadas en estos “living labs”, proponiendo pautas sobre cómo implementar estos procesos a escala real y también dando soporte en las tareas de sociedad, gobernanza y políticas del proyecto.
Las experiencias de todos estos laboratorios se apoyan, a su vez, en el desarrollo en paralelo de herramientas digitales que sirven de soporte a la identificación e implementación de las soluciones de economía circular, que ayudan a diagnosticar la situación existente, a tomar decisiones objetivas y a sacar el máximo partido a las oportunidades disponibles. Todo ello, poniendo de manifiesto que lo que hoy es innovación debe convertirse en una práctica habitual en un ciclo del agua inteligente en el que es inexcusable avanzar día a día hacia la sostenibilidad.
Hacia el concepto de ecofactoría: avance de proyectos piloto en Alicante
Los primeros veinte meses de proyecto permitieron diseñar y desarrollar las soluciones de economía circular que se iban a poner a prueba. Esta etapa se apoyó en la caracterización detallada de los procesos y flujos en la planta a través de pruebas analíticas y mediciones, y en la identificación de los actores clave en la cadena de valor que transformará residuos en recursos.
El pasado verano de 2022 arrancaron ya en Alicante los pilotos tecnológicos en las depuradoras de Monte Orgegia y Rincón de León, pilotos con los que Aguas de Alicante avanza en el camino de convertir las depuradoras en ecofactorías, como centros productores de recursos valiosos que no generan residuos, ni impacto al medioambiente, sino que logran producir su propia energía. Es en esta fase en la que todo el trabajo previo, en gran medida invisible, se está convirtiendo en realidad funcional para demostrar su viabilidad.
Ejemplo de estos avances son las plantas piloto para la producción de energía eléctrica: por codigestión, a través de un digestor anaerobio instalado en la EDAR Rincón de León, en el que se están tratando mezclas de los fangos producidos en la EDAR junto con residuos alimentarios (cremas de helado procedentes de la fábrica de Helados Alacant y residuos de frutas y verduras procedentes del mayorista Mercalicante) con el objetivo de aumentar la producción de biogás y, con ello, incrementar la producción de energía eléctrica que servirá para autoabastecer la propia planta depuradora.
Las pruebas experimentales realizadas muestran resultados muy satisfactorios, llegando a duplicar la producción de biogás. O a través de una picoturbina; la instalación de una turbina con un diseño innovador (turbina de vórtice) en la EDAR de Monte Orgegia, que aprovecha un pequeño salto hidráulico existente en la EDAR. La producción de energía será aprovechada gracias a la instalación de baterías para su acumulación y servirá, por ejemplo para la recarga de vehículos eléctricos de la flota de Aguas de Alicante.
Por otro lado, se encuentra la planta piloto para la valorización de la salmuera generada en la desalinizadora de Rincón de León mediante la fabricación de hipoclorito sódico y el aumento del volumen de agua regenerada. Se trata de una planta combinada que integra la tecnología de electrodiálisis selectiva (separación de iones mediante membranas y corriente eléctrica) para producir un concentrado de cloruro sódico y un caudal de agua, de menor conductividad, apta para aprovechamiento agrícola. A continuación, el concentrado de cloruro sódico generado en la etapa anterior alimentará una planta de electrocloración para la fabricación de hipoclorito sódico (lejía) que se reutilizará para dar respuesta a diferentes necesidades de la EDAR.
El proyecto también abarca, las plantas piloto para la recuperación de nutrientes (empleados en la fabricación de fertilizantes avanzados): CEVAP, un evaporador a baja temperatura para la recuperación de nitrógeno (en forma de sales de amonio) de la corriente subproducto de la deshidratación de fangos de la EDAR. El objetivo es que los productos recuperados puedan ser aprovechados por una empresa de fertilizantes local, para su uso en la agricultura, contribuyendo a hacer realidad el concepto de economía circular.
Partiendo de contextos muy diferentes, los participantes en B-WaterSmart han puesto en marcha soluciones con objetivos comunes y aplicaciones muy diversas; Bodø y Alicante exploran cómo mejorar la producción de energía a partir de los gases generados en depuración pero, mientras la primera busca aplicar esta energía en descongelar las calles de la ciudad, la segunda produce electricidad para satisfacer el consumo de la propia planta de tratamiento. Fomentar la reutilización del agua, otro de los grandes ejes comunes del proyecto, se aplica a las aguas residuales urbanas en Alicante, a la industria de la cerveza artesanal en Lisboa o al sector lácteo en Frisia Oriental.
En definitiva, están siendo capaces a través de la colaboración y el trabajo conjunto de identificar estrategias y tecnologías que comparten el foco en la reutilización del agua, la recuperación de recursos de valor añadido en los procesos de depuración o la generación de energía a partir de los residuos, avanzando gracias a todos ellos en el concepto de la economía circular en el ámbito del agua.