Anoche fue la inauguración del Festival d’Arts Escèniques d´Alacant, FRESCA! El lugar o espacio donde se va a realizar, del 7 al 17 de julio, es la plaza de toros de Alicante, totalmente transformada, impresionante.
A través de sus pasillos laterales accedimos al ruedo, o arena, donde una superestructura metálica empotrada en su centro emergía poderosa, o poderosísima. Servidor pensaba cuando conoció la elección de este lugar, para la realización de FRESCA!, que la misma plaza sería un lugar integrado y esperaba ver un escenario acomodado a su exclusivo espacio circular, en el que las gradas seguirían siendo los asientos de los espectadores, no de festejos taurinos, pero sí de festejos teatrales. Equivocado estaba. Me sorprendió, no tanto el embutido de semejante infraestructura en la propia de la plaza, como la ocultación o anulación del ornamento del lugar, tapado por la mega estructura de hierro, armatoste a años luz de la estética primera del círculo mágico de acción que se muestra en el ruedo.
Pensaba –no sé por qué- encontrarme en una plaza de bous –sí, ligeramente modificada- y me resultaba agradable la idea de ver cómo se ensamblarían espectáculos punteros del siglo XXI en una estructura veterana como son estas centenarias plazas, lugares cercanos, colindantes, en esencia, a los teatros circulares de piedra de hace dos mil años.
Bueno, es lo que uno piensa, y sus razones tendrán los que toman las decisiones cuando ejecutan tamaña inversión, faena y esfuerzo.
En cuanto al propio contenido decir que fue espectacular: FIRCO es un circo, en pequeñito, traído sobre un escenario a la italiana. Vimos números y habilidades digamos clásicas –como los patines acrobáticos, la suspensión capilar o los malabares-, y otros, digamos más eclécticos, más contemporáneos, en los que, además del propio número y habilidad, los artistas se recrean contando una pequeña historia o ficción escénica –como son los de la rueda, las cintas aéreas y la báscula coreana-.
En general, el número de circo se caracteriza porque va asumiendo, a medida que avanza en su ejecución, un riesgo mayor, o una mayor habilidad o complejidad, añadiendo algún otro elemento nuevo que aumente la expectación, el riesgo, etc. En FIRCO se ejecutan números virtuosos (aéreos y de suelo) de diversas áreas del entramado circense, buscando el asombro y aplauso del público: la meta del artista creador es, persistentemente ejecutar un ejercicio limpio, con una exactitud 100X100; a veces no se consigue (¡lástima!), pero siempre-siempre se persigue.
También existe otro tipo de número de circo que va un poco más allá. Son los números que, en proximidad con las artes escénicas, buscan contar una pequeña historia o añadir un petit conflicto entre los miembros participantes…, cosa que les permite no solo mostrar habilidades circenses sino también, y, además, sus capacidades interpretativas. Acomodan elementos escénicos –algún objeto, sentimiento, emoción- que complementa la habilidad con la ejecución de la historia o fábula ilustrada por sus pericias; mantienen así los parámetros de asombro, sagacidad, pasmo, maña, fascinación… y le suman personaje/s y, como decíamos, un conflicto menor que, quitándole hierro a la propia ejecución del número, añade un punto de invención, las más de las veces entretenida, en clave de comedia ( recuerden el número del trío de saltimbanquis en la báscula coreana, la pelotita, los tropiezos o caídas, resbalones, etc.), o en clave más grave (como el de la rueda, o el de las cintas aéreas).
Todo lo que vimos anoche tiene su origen en el circo de antaño; aún existen carpas o lonas de circo, nómadas, deambulando como dinosaurios por el mundo. Tanto en ellas como en la plaza de toros, ayer, siguen estando en activo los músicos, el maestro de ceremonias o director de pista –presentadora-, los propios números –en parejas, tríos o solos-, la ambientación sonora, la iluminación… Solamente faltaron dos cosas –es un decir-: una, el típico número de los payasos (y tenemos excelentes, también en Alicante, Pablo Gomis y David García, entre otros), que siempre hacen las delicias de menores y mayores -se verán en otros días-; y, en segundo lugar, el punto de los animales, ya felizmente excluidos de los espectáculos. ¡Ah!, y otra cosa, la arcaica rifa –boletos para el sorteo- que se hacía entre números, y que de manera importante ayudaba a mantener tan colosal estructura de artistas y animales de entonces; ahora, reconducida la situación, podría ser una manera amable de distribuir invitaciones –¡al rico albur!- para espectáculos de este u otros festivales de teatro de la Comunidad Valenciana –Sagunt, Elx, Peñíscola-, fomentando, felizmente entre los asistentes, la promoción a estos excelentes eventos culturales de verano (por ejemplo).
Comienza FRESCA –o continúa-, en su segunda edición.
Un merecido aplauso para todos: excelente el trío musical, excelente la presentadora, excelente cada uno de los ejecutantes (portor, ágil, apoyos…) y excelente la totalidad de los números que nos brindaron y regalaron desde el escenario a la italiana. Aplauso también para el excelente equipo de tramoyistas y utileros, eficacísimos, que como mozos de pista hacen posible que todo funcione al minuto ajustando artilugios mecánicos o poleas, poniendo o quitando, limpiando, acomodando los lugares con precisión; son un colectivo o troupe, que casi llegan a formar un número circense más en la totalidad del divertido espectáculo. Les faltó salir a saludar.
¡Salud y Teatro!
Paco Alberola