Una pequeña maravilla que auna destacables virtudes cinematográficas, especialmente narrativas, con una comprensión infinita del alma humana y sus imperfecciones, en estos tiempos de blanco y negro, de todo o nada en el que la mal llamada equidistancia (en realidad, comprensión de las razones de las dos partes) parece ser el mayor delito que se puede cometer contra la especie humana.
En otras manos, lo que se cuenta en el film podría haber caído en el más burdo vodevil de alcoba, pero Mouret dirige con pulso firme su historia de encuentros y desencuentros amorosos en los que se constata la fragilidad y, a la vez, la fortaleza de los sentimientos amorosos. Sus armas parecen sencillas, pero visto lo que nos solemos encontrar en las pantallas no lo son en realidad: un buen guion trufado de giros de guion improbables que se asumen como posibles gracias a la elegancia y naturalidad con la que son mostrados, unos excelentes, perspicaces e inteligentes diálogos, una notable dirección de unos actores ya de por sí competentes, un montaje y fotografía muy cuidados y, sobre todo, una inmensa comprensión y empatía con la naturaleza humana, sus incongruencias y debilidades.
Combinando la sólo aparente ligereza de los cuentos y proverbios de Rohmer con las crónicas sentimentales de Woody Allen, y salvando todas las distancias que se quieran, el director francés de 51 años Emmanuel Mouret filma con gusto exquisito su propio guion en la que es su undécima y, posiblemente, su mejor película… al menos de las que se han estrenado en España.

Estamos ante un libreto tan cotidiano como inteligente, tan revelador como empático con sus criaturas, a las que ni juzga, ni condena, ni idolatra. Todo ello en contraposición con la producción mainstream televisiva y cinematográfica desde los 90 para acá que (cuanto más ligera y liviana, cuanto más “puro entretenimiento” parece ser) más suele incluir mensajes dictados por una determinada concepción de la existencia humana. La misma se ha convertido hasta tal punto en hegemonía ideológica que no se identifica como tal, sino como “lo que debe ser”. Échenle un vistazo con ojos críticos a las muy eficaces, e incluso brillantes por momentos a nivel creativo, sitcoms como “Friends”, “Cómo conocí a vuestra madre” o “The big bang theory”. Están llenas de “mensajitos” sobre lo que es “normal” y lo que no. Por supuesto hay ejemplos más a contracorriente como “Frasier” y, sobre todo, esa obra maestra de la televisión llamada “Seinfeld”.
En definitiva, un film recomendable especialmente para aquéllos que estén cansados de productos interpretados por personajes de cartón piedra, generados o no por ordenador, y prefieran encontrarse en las pantallas con personas de carne y hueso.
2020: Premios César: Mejor actriz secundaria (Dequenne). 13 nominaciones.2020: Festival de Gijón: Selección oficial a competición (Sección «Albar”). Esta película se estrena hoy, viernes 2 de julio, en cines de toda España.
Título original: ‘Les choses qu’on dit, les choses qu’on fait’. Francia, 2020.- 85 minutos.- Director: Emmanuel Mouret.- Intérpretes: Camélia Jordana, Niels Schneider, Vincent Macaigne, Jenna Thiam, Émilie Dequenne, Guillaume Gouix, Julia Piaton, Jean-Baptiste Anoumon, Fanny Gatibelza, Claude Pommereau, Louis-Do de Lencquesaing, Milla Savarese, Lise Lomi.- DRAMA.
Daphné, embarazada de tres meses y de vacaciones en el campo, acoge como huésped a Maxime, primo de su pareja, François, que ha tenido que volver a París para cubrir a un compañero hospitalizado. Durante cuatro días, esperando el regreso de François, Daphné y Maxime se van conociendo y desarrollando cierta amistad, contándose sus respectivas experiencias sentimentales. (Fuente: FILMAFFINITY)