Eficaz cine comercial con discutible tratamiento de su contenido. Es evidente que el film funciona de manera más que aceptable como entretenimiento comercial muy digno: no aburre en ningún momento durante sus más de dos horas de duración, todos los aspectos técnicos brillan a gran altura y las interpretaciones son sólidas. Además, la ambientación, fotografía, puesta en escena y diseño de producción recuerdan a mejores tiempos que los actuales, en los cuales, en muchas cintas, es difícil distinguir a las personas y objetos por la oscuridad del “lodo digital intangible».
Sin embargo, el guion y, sobre todo su cosmovisión, es más que discutible y perniciosa para espectadores crédulos que se traguen el mensaje, tan estadounidense como invasivo, de “Si realmente lo deseas y te esfuerzas, lo conseguirás seguro” que tanta frustración innecesaria provoca, sobre todo, entre los más jóvenes. Para empezar, por nuestro origen familiar, no todas las personas empezamos en la misma casilla en el juego de mesa que llamamos vida. Además, de los que empiezan rezagados, como los protagonistas de esta historia real, poquísimos (un porcentaje ridículo) logran sus sueños. Por tanto, este film da falsas esperanzas y, lo peor, por debajo destila un claro mensaje, tan estadounidense e invasivo como el anterior: “Si no has llegado donde ellos es porque no te has esforzado lo suficiente”.
Aunque los defensores de estas ideas ultraliberales odian, con razón, todo lo que suene a aquella ideología que dominó uno de los dos bloques de la Guerra Fría y que anulaba la individualidad, sin embargo sí que abrazan con entusiasmo la idea de juzgar y analizar los fracasos de los demás por igual, no individualmente, sin tener en cuenta que las circunstancias de cada persona son únicas.
Además, en el actual contexto Post-Me Too, acercarse a la historia de las dos mejores tenistas de la historia poniendo el foco protagonista en un padre ultra exigente que, si (por lo que sea) Venus y Serena no hubieran llegado a la cima, sería considerado un loco iluminado e intransigente, no parece la decisión más concienciada.
Se puede alegar, con toda la razón, que este film va sobre unos ganadores. Que lo que yo reclamo sería otra película. Cierto. Tan cierto como que esas otras películas ya casi no existen.
Esta película se estrenó en cines el 21 de enero de 2022.
Título original: ‘King Richard’. Estados Unidos, 2021.- 138 minutos.- Director: Reinaldo Marcus Green.- Intérpretes: Will Smith, Saniyya Sidney, Demi Singleton, Aunjanue Ellis, Jon Bernthal, Tony Goldwyn, Andy Bean, Kevin Dunn, Craig Tate, Dylan McDermott, Katrina Begin, Andy Hoff, Jimmy Walker Jr., George Ketsios, Susie Abromeit, Noah Bean, Judith Chapman, Layla Crawford, Chet Grissom, Vivienne Bersin, Daniele Lawson, Vaughn W. Hebron, Christian Yeung, John Dinan, Hannah Barefoot, Adam Cropper, Mel Fair, Gabi Stewart, Carrie Gibson, Mikayla Lashae Bartholomew, Danya LaBelle, Jeni Jones, Josiah Cross, Sean Berube, Michael Andrew Baker, Mathew Trent Hunnicutt, Trent Longo, Rod Sweitzer, Connie Ventress, Kika Cicmanec.
Biopic sobre Richard Williams, un padre inasequible al desaliento que ayudó a formar a dos de las deportistas más extraordinarias de todos los tiempos, dos atletas que acabarían marcando época en el deporte del tenis. Richard tenía una visión muy clara del futuro de sus hijas, y sirviéndose de métodos arriesgados y poco convencionales, elaboró un plan que llevaría a Venus y Serena Williams de las calles de Compton, California, al olimpo del deporte, convirtiéndolas en iconos del tenis. (Fuente: FILMAFFINITY)