Una decepción. Precedida de excelentes críticas y con el premio al mejor director en Berlín se esperaba más del nuevo trabajo de Anderson (Tennembaums, El gran hotel Budapest o Moorise Kingdom) pero nos encontramos con un film muy inferior a Fantástico Señor Fox, su anterior y notable incursión en el mundo de la animación.
Técnicamente y estéticamente el film es irreprochable, pero narrativa y argumentalmente deja bastante que desear. Anderson parece cada vez más superficial, repite sus fórmulas y constantes ad nauseum y parece inferir pocas reflexiones a partir de sus obsesiones con respecto a la cultura popular y los objetos fetiches de la sociedad de consumo.
El film arranca bien y promete una lúcida reflexión sobre el racismo, el miedo al diferente e incluso sobre los campos de internamiento. Pero decisiones que, sobre el papel, podrían parecer interesantes e ingeniosas, como el hecho de que sólo podamos entender los diálogos de los perros y que lo que dicen los japoneses nos lo traduzcan de manera simultánea quitan fluidez a una trama, de por sí, poco dinámica.
Además, Anderson no se libra del complejo de superioridad occidental, eligiendo como heroína de la historia a una adolescente estadounidense de intercambio educativo en Japón.
En definitiva, el film dura poco más de hora y media y me resultó eterno y repetitivo, amén de ingenuo en el mal sentido del término.
Isle of Dogs.- Estados Unidos, 2018.- 101 minutos.- Director: Wes Anderson.- Película de animación.- COMEDIA FANTASTICA DE AVENTURAS.- Después de que todas las mascotas caninas de Megasaki City sean exiliadas a una isla que es un vertedero, un niño de 12 años emprende un viaje para buscar a su perro extraviado.